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EMPIEZAN A NAVEGAR.

putumayo-caqueta
putumayo-caqueta

Distancia entre el río Caquetá y el río Putumayo en Colombia, por el río Putumayo navega Orellana y descubre el río Amazonas.

Antes de ver la relación del Padre Carvajal que lo acompaña, veamos porque Orellana se decide a hacer el descubrimiento de la salida del Perú al Atlántico, abandonando a Pizarro:

Aparte de la carta de Gonzalo Pizarro al Rey:

......y porque los indios desde el agua no hiciesen mal a la gente del real, me convino hacer un bergantín, para que amparase y acompañase a las canoas que yo había tomado, y porque teníamos necesidad de buscar comida para el real y pasar el río de la una parte a la otra para buscarla, y sin este bergantín y canoas no se podía sustentar la gente del real, así de comida como para llevar las armas y munición de los arcabuces y ballestas y de las otras cosas necesarias al real, y para llevar los dolientes y el herraje para los caballos y barras y azadones y otras cosas necesarias, porque ya se nos había muerto lo más del servicio que llevábamos, porque esta tierra es caliente; lo cual todo hice con intención, si no topásemos buena tierra donde poblar, de no parar hasta salir a la mar del Norte...

Gonzalo Pizarro se encuentra con las poderosas tribus de los Omaguas que poblaban los ríos Putumayo y Caquetá, sorpresivamente incluye en sus objetivos "encontrar" una vía al mar del Norte como llamaban al Atlántico.

La razón de este cambio tan brusco y radical no pudo ser otro que fuera informado, sobre las 3 expediciones que se encontraban en la región, a fines del año 1541, y muy especialmente la cercanía de Hernán Pérez de Quesada que estaba como encargado general del Nuevo Reino de Granada hasta el regreso de su hermano Gonzalo Jiménez de Quesada, del cual los Pizarro sabían el motivo por el que había ido a España.

Gonzalo Pizarro y sus capitanes no desconocían (por el camino recorrido en los dos años que llevaban caminando) estar fuera de lo adjudicado a su hermano Francisco Pizarro y pudo considerar con su teniente Orellana enfrentar o huir al encuentro con la gente del Nuevo Reino y con los de Venezuela que se acercaban al sector.

La cercanía de los otros conquistadores era una razón suficiente para que Orellana pudiera considerar fracasada la misión y se decidiera a dejar montado en el problema a Gonzalo, desertar y adjudicarse el descubrimiento de la salida al mar, de la que es seguro también fueran informados por los mismos indios.

La segunda expedición era la de Felipe de Utre y la tercera el personal de Sebastián de Belalcazar que se encontraba asentado en el valle de Sibundoy. Estas expediciones se tratan en artículos independientes, por el momento veamos algunos apartes de las mismas:

Expedición de Hernán Pérez de Quesada: 

Fray Pedro de Aguado

De la primera parte, libro 4

Capítulo undécimo ....Y dejando Hernán Pérez de Quesada por su teniente en el Reino al capitán Gonzalo Suárez Rendón, se partió de la ciudad de Santafé por principio del mes de septiembre, año de mil quinientos cuarenta; y llevando consigo a los capitanes Montalvo, y Martínez, y Maldonado, caminó la vuelta de los Llanos, a tomar el pueblo que decían de Nuestra Señora.....

......Maldonado caminó tres días sin saber por dónde iba, al cabo de los cuales, atravesando la cordillera y cumbre de la sierra, dio en un valle de cabañas y mucha población, llamado Sibundoy. Era este valle de los términos de la villa de Pasto, de la gobernación de Popayán, y a la sazón lo andaban pacificando ciertos capitanes por mandado de Benalcázar, que ya era adelantado de aquella gobernación. El capitán Maldonado, no conociendo la tierra, volvió con mucho contento a dar aviso a Hernán Pérez, el cual luego se movió con toda su gente a entrar en el valle de Sibundoy, con pérdida de muchos soldados, que los indios le habían muerto en la loma donde había estado alojado, los cuales eran indios caníbales y tan atrevidos y desvergonzados, que el día que los españoles levantaron sus toldos de aquel alojamiento les tomaron los indios seis soldados a manos, delante de toda la más gente, sin que se pudiese remediar por ser la tierra tan doblada y montuosa, y allí incontinenti los hicieron pedazos y se los llevaron cargados para comer. En veinte leguas que de la loma dicha hasta el valle de Sibundoy había, por la maleza del camino perecieron muchos españoles y caballos.

Otro día de mañana le salieron muchos indios de paz al capitán Montalvo,y preguntándoles por señas dónde estuviesen españoles, dijeron que media legua de allí andaban los que, como dije, por mandado de Benalcázar, pacificaba aquel valle, que eran el capitán Pedro de Molina, con cierta gente española, el cual, como por lengua de los indios, tuviese noticia de la llegada de Montalvo a Sibundoy, envió dos soldados conocidos, llamados Alonso del Valle y Mansilla, que habían entrado en el Nuevo Reino con Benalcázar, a que supiesen qué gente era la que en el valle había entrado, los cuales lo hicieron como les fue mandado y llevaron noticia a su capitán Pedro de Molina del suceso de Hernán Pérez y de su gente.

El capitán Molina otro día envió a recibir con contento a Hernán Pérez y a los que con él iban, con el capitán Cepeda y otros cuatro vecinos de Pasto, con refresco para comer donde se juntaron todos los unos y los otros....

Hernán Pérez y su gente son guiados a Pasto por los de Belalcazar y regresa a la sabana de Bogotá.

Antonio de Herrera y Tordesillas dice de Pérez de Quesada y de la canela:

Antonio de Herrera y Tordecillas
Antonio de Herrera y Tordecillas

Continuemos con Gonzalo Pizarro, Francisco de Orellana y:

FRAY GASPAR DE CARVAJAL, cronista de la navegación.

Existen dos copias del manuscrito de este sacerdote, una publicada en 1851 por la Real Academia de Madrid y la otra en Sevilla publicada por José Toribio Medina en 1895 con algunas diferencias entre ellas, Más la versión de Gonzalo Fernández de Oviedo que ilustraremos en La ruta con Google Earth, donde encuentran los link para acceder a los dos manuscritos completos.

Nos aclara Carvajal la altura del sector donde se construye el barco al relatar la división de los españoles en seguir el río que hace posible a Orellana el descubrimiento del Amazonas, unos querían seguir el camino de las "sabanas de Pasto y Popayán" muy lejos de Coca, los soldados querian seguir al este de estas dos ciudades y Gonzalo Pizarro al Sur, la via del río.

pasto-popayan
pasto-popayan

Apartes del escrito de: FR. Gaspar de Carvajal.

....y el dicho Gobernador queriendo enviar por el río abajo a descubrir, Hobo pareceres que no lo hiciese, porque no era cosa para seguir por un río y dejar la sabanas que caen a las espaldas de la villa de Pasto Y Popayán en que haba muchos caminos; y todavía el dicho Gobernador quiso seguir el dicho río, por el cual anduvimos veinte leguas, al cabo de las cuales hallamos unas poblaciones no grandes, aquí determinó el dicho Gonzalo Pizarro se hiciere un barco para navegar el río de un cabo a otro por comida, que ya aquel río tenía media legua de ancho y aunque el dicho Capitán era de parecer que no se hiciese el dicho barco por algunos buenos respetos, sino que diesen vuelta a las dichas sabanas y siguiésemos los caminos que iban al dicho ya poblado, el dicho Gonzalo Pizarro no quiso sino que se pusiese en obra el dicho barco; y así, el Capitán Orellana, visto esto, anduvo por todo el real sacando hierro para clavos y echando a cada uno la madera que había de traer, y de esta manera y con el trabajo de todos se hizo el dicho barco, en el cual metió el dicho Gobernador Pizarro alguna ropa y indios dolientes, y seguimos el río abajo otras cincuenta leguas, al cabo de las cuales se nos acabó el poblado y íbamos ya con muy gran necesidad y falta de comida, de cuya causa todos los compañeros iban muy descontentos y platicaban de se volver y no pasar adelante, porque se tenía noticia que había gran despoblado, y el Capitán Orellana, viendo lo que pasaba y la gran necesidad en que todos estaban, y que había perdido todo cuanto tenía, le pareció que no cumplía con su honra dar la vuelta sobre tanta pérdida, y así se fue al dicho Gobernador y le dijo cómo él determinaba de dejar lo poco que allí tenía y seguir el río abajo, y que si la ventura le favoreciese en que cerca hallase poblado y comida con que todos se pudiesen remediar, que él se lo haría saber, y que si viese que se tardaba, que no hiciese cuenta del, y que, entre tanto, que se retrajese atrás donde hubiese comida, y que allí le esperase tres o cuatro días, o el tiempo que le pareciese, y que si no viniese, que no hiciese cuenta del; y con esto el dicho Gobernador le dijo que hiciese lo que le pareciese: y así, el Capitán Orellana tomó consigo cincuenta y siete hombres, con los cuales se metió en el barco ya dicho y en ciertas canoas que a los indios se habían tomado, y comenzó a seguir su río abajo con propósito de luego dar la vuelta, si comida se hallase; lo cual salió al contrarío de como todos pensábamos...

Con los siguientes apartes de este manuscrito, queda muy claro que si navegaron por el río Putumayo y no por el Coca.

Dijo el padre:

.....y así, íbamos caminando suplicando a Nuestro Señor tuviese por bien de nos encaminar en aquella jornada de manera que pudiésemos volver a nuestros compañeros. El segundo día que salimos y nos apartamos de nuestros compañeros nos hubiéramos de perder en medio del río, porque el barco dio en un palo y le sumió una tabla, de manera que a no estar cerca de tierra acabáramos allí nuestra jornada; pero se puso luego remedio en sacarse de agua y ponerle un pedazo de tabla, y luego comenzamos nuestro camino con muy gran priesa; y como el río corría mucho, andábamos a veinte y a veinte y cinco leguas, porque ya el río iba crecido y aumentando así, por cabsa de otros muchos ríos que entraban en él, por la mano diestra hacia el sur. Caminamos tres días sin poblado ninguno. Viendo que nos habíamos alejado de donde nuestros compañeros habían quedado y que se nos había acabado lo poco que de comer traíamos para nuestro camino tan incierto como el que hacíamos,.... y entretanto, a falta de otros mantenimientos, vinimos a tan gran necesidad que no comíamos sino cueros, cintas y suelas de zapatos cocidos con algunas yerbas, de manera que era tanta nuestra flaqueza que sobre los pies no nos podíamos tener, que unos a gatas y otros con bordones se metieron a las montañas a buscar algunas raíces que comer, y algunos hubo que comieron algunas yerbas no conocidas, los cuales estuvieron a punto de muerte, porque estaban como locos y no tenían seso;...

...El día de año nuevo de cuarenta y dos pareció a ciertos compañeros de los nuestros que habían oído a tambores de indios. Y como a lo cierto aquel día ni otro se viese poblado, viese ser imaginación,...y es, que estando lunes en la noche, que se contaron ocho del mes de Enero, y llegamos al pueblo. Hasta dos horas después del medio día, que los indios comenzaron a venir por el agua a ver que cosa era, y así andaban como bobos por el río; y visto esto por el Capitán, se puso sobre la barraca del río, y en su lengua, que en alguna manera los entendía comenzó a hablar con ellos... ..

Y también nos dio noticia de otro señor que estaba apartado del río, metido la tierra adentro, el cual decía poseer muy gran riqueza de oro: este señor se llama Ica; nunca lo vimos, porque como digo, se nos quedó desviado del río... ( se detienen en este pueblo a hacer clavos para hacer otro bergantín más adelante) Diese tan buena manera nuestra compañía en este pueblo en la fábrica de esta obra, que en veinte días, mediante Dios, se hicieron dos mil clavos muy buenos y otras cosas, y dejó el Capitán la obra del bergantín para donde hallase más oportunidad y mejor aparejo. El Capitán acordó de dar mil castellanos a seis compañeros si juntarse quisiesen a dar la nueva al gobernador Gonzalo Pizarro, y demás de esto les darían dos negros que les ayudasen a remar y algunos indios que le llevasen cartas y le diesen de su parte nueva de lo que pasaba; y entre todos no se fallaron sino tres, porque todos temían la muerte que les estaba cierta, por lo que habían de tardar hasta llegar a donde habían dejado al dicho Gobernador, y que él habría ya dado la vuelta, porque habían andado ciento cincuenta leguas desde que habían dejado al Gobernador en nueve días que habían caminado..

Acabada la obra y visto que la comida se nos agotaba y se nos habían muerto siete compañeros de la hambre pasada, partimos, día de Nuestra Señora la Candelaria: metimos la comida que pudimos, porque ya no era tiempo de estar más en aquel pueblo, lo uno, porque los naturales parecía que se les hacía de mal, y querían dejarlos muy contentos, y lo otro porque no perdiésemos el tiempo y gastásemos la comida sin provecho, porque no sabíamos si la habríamos de menester; y así comenzamos a caminar por esta dicha provincia,
y no habíamos andado obra de veinte leguas, cuando se juntó con nuestro río otro por la diestra mano, no muy grande, en el cual río tenia su asiento un principal señor llamado Yrrimorray. y por ser indio y señor de mucha razón y haber venido a ver al Capitán y a traerle de comer, quiso ir a su tierra; pero también fue por causa de que venía el río muy recio y con grande avenida; y aquí estuvimos en punto de perdernos, porque al entrar, que entraba este río en el que nosotros navegábamos, peleaba la una agua con la otra y traía mucha madera de un cabo a otro, que era trabajo navegar por él, porque hacía muchos remolinos y nos traía a un cabo y a otro, pero con harto trabajo salimos de este peligro sin poder tomar el pueblo, y pasamos adelante, donde teníamos nueva de otro pueblo que nos decían que estaba de allí doscientas leguas porque todo lo demás era desierto, y así las caminamos con mucho trabajo. ....

.....Otro día a las diez horas, llegamos a otro pueblo ..

......Otro día pasados los tres, salimos de este pueblo y caminamos por nuestro río a vista de buenos pueblos; y yendo así, un domingo de mañana, a una división que el río hacia, que se partía en dos partes, subieron a vernos unos indios en cuatro o cinco canoas que venían cargadas con mucha comida....y así llegaron, le dijeron como ellos eran principales y vasallos de Aparía, y que por su mandato venían a nos traer de comer..

.....le dijeron al Capitán que fuese al pueblo. Y el Capitán les dijo que por cual de los dos brazos había de ir y ellos respondieron que ellos nos guiarían, que fuésemos en su seguimiento; y así a poco rato, vimos las poblaciones donde estaba el dicho señor,..

Esta división tiene que ser lo que se ve en el siguiente mapa y es la isla la Flora de unos 10 kilómetros de largo, su tamaño Justifica al texto, "...a una división que el río hacia, que se partía en dos partes.....que por cual de los dos brazos había de ir..."

No hay una sola referencia en este manuscrito ni en ninguno que conozca en el que se llame "división" a la desembocadura de un río en otro, pero si pretenden algunos académicos interpretar este aparte de este manuscrito, asumiendo que la "división" es la junta del río Napo con el Amazonas.

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Mapa oficial de la República de Colombia Entidades territorial del Instituto Geográfico Agustín Codazzi 1995

APARÍA.

Una sola expedición produce el nombre de Aparía y es la de Francisco de Orellana.

Este mapa del siglo XVII ubica con exactitud a Aparía sobre el río Putumayo, a más o menos la misma altura de la isla la Flora, es de notar en este mapa que la región señalada como Paría corresponde a la localización real del Imperio en la cuenca del Orinoco. Ver el Menú La cartografia y el Dorado.

paititi_hennepin_louis_
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Continúa la ruta:


Dice fray gaspar de Carvajal estar con Aparía 35 días haciendo el otro barco, pasando la Semana Santa y sigue:

.....Posamos en este mismo asiento, toda la cuaresma.. Partimos del asiento y pueblo de Aparía con el nuevo bergantín.. A veinte y cuatro de abril del año sobredicho, que vinimos por las poblaciones de aquel señor de Aparia,...

...Cumplidos doce días de Mayo
llegamos a las provincias de Machifaro, que es muy gran señor y de mucha gente y confina con otro señor tan grande, llamado Omaga, y son amigos...

..Vimos venir por el río arriba muy gran cantidad de canoas, todas puestas a punto de guerra...pero todavía nos siguieron dos días y dos noches sin nos dejarnos reposar, que tanto tardamos en salir de la población de este gran señor
Machifaro, según la disposición y parecer de ella, debe ser la más poblada que se ha visto, y así nos lo decían los indios de la provincia de Aparía, que había un señor la tierra adentro hacia el Sur, que se llamaba Ica, y que tenía muy gran riqueza.

..Y con este trabajo salimos de la provincia y gran señorío de Machifaro y llegamos a otro no menor, que era comienzo de Uniguayal. A donde había mucha gente de guerra..

....
Salimos de este dicho pueblo y comenzamos a caminar y no hubimos andado obra de dos leguas
cuando vimos entrar por el río otro río muy poderoso y más grande de la diestra mano; tanto era de grande que a la entrada hacía tres islas, de causa de las cuales le pusimos el río de la Trinidad; y en esa junta del uno y del otro había muchas y muy grandes poblaciones y muy linda tierra y muy fructífera: esto era ya en el señorío y tierra de Omagua,..

Venían navegando por un solo río desde las provincias donde encontraron la canela hasta el encuentro con el de mayor tamaño.

Si es evidente que llegan al río Amazonas y su dimensión, pues hace relación de navegar una vez por una banda y por otra, además formaba tres islas en la boca del que navegaban.

Esto es único, no se repite en todo el recorrido del río Amazonas,
las tres islas que se forman en la boca del río  (Putumayo) Ica y ameritan que Orellana le de el nombre de río de la trinidad, al río Amazonas.

putumayo_trinidad
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Boca del río ICA, (llamado Putumayo en Colombia) cuando entra al río Amazonas.

Quedamos con Carvajal en:

 . Vimos entrar por el río otro río muy poderoso y más grande a la diestra mano: tanto era de grande que a la entrada hacia tres islas, de causa de las cuales le pusimos el río de la Trinidad, y en estas juntas de uno y de otro había muchas y muy grandes poblaciones y muy linda tierra y muy fructífera: esto era ya el señorío y tierra de Omagua, y por ser los pueblos tantos y tan grandes y haber tanta gente no quiso el Capitán tomar puerto, y así pasamos todo aquel día por poblado con alguna guerra, porque por el agua nos la daban tan cruda que nos hacían ir por medio del río y muchas veces los indios se ponían a platicar con nosotros, y como no los entendíamos, no sabíamos lo que nos decían. a horas de vísperas llegamos a un pueblo que estaba sobre una barranca y por nos parecer pequeño mandó el Capitán que lo tomásemos y también porque tenía en sí tan buena vista que parecía ser recreación de algún señor de la tierra de adentro y así enderezamos a lo tomar y los indios se defendieron más de una hora, pero al fin fueron vencidos y nosotros señoreados del pueblo, donde fallamos muy gran cantidad de comida, de la cual nos proveímos. En este pueblo estaba una casa de placer dentro de la cual había mucha loza de diversas hechuras, así de tinajas como de cántaros muy grandes de más de veinte y cinco arrobas, y otras vasijas pequeñas como platos y escudillas y candeleros desta loza de la mejor que se ha visto en el mundo, porque la de Málaga no se iguala con ella, porque es toda vidriada y esmaltada, de todos colores y tan vivas que espantan, y demás desto los dibujos y pinturas que en ellas hacen son tan compasados que naturalmente labran y dibujan todo como lo romano; y allí nos dijeron los indios que todo lo que en esta casa había de barro lo había en la tierra adentro de oro y plata, y que ellos nos llevarían allá, que era cerca; y en esta casa se hallaron dos ídolos tejidos de pluma de diversa manera, que ponían espanto, y eran de estatura de gigante y tenían en los brazos metidos en los molledos unas ruedas a manera de arandelas, y lo mismo tenían en las pantorrillas junto a las rodillas tenían las orejas horadadas; y muy grandes, a manera de los indios del Cuzco y mayores.

....Esta generación de gentes reside en la tierra adentro y es la que posee la riqueza ya dicha, y por memoria los tienen allí y también se halló en este pueblo oro y plata; pero como nuestra intención no era, sino de buscar de comer y procurar cómo salvásemos las vidas y diésemos noticia de tan gran cosa, no curábamos ni se nos daba nada por ninguna riqueza…

Deste pueblos salían muchos caminos y muy reales por la tierra adentro…no había andado media legua cuando los caminos eran más reales y mayores ....

UN GRAN ERROR DE TODAS LAS ACADEMIAS ES DESCONOCER LAS TRIBUS ENCONTRADAS.

cuentas
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Que cerca están uno del otro el río Putumayo y el Napo en esta imagen, pero que lejos están las bocas del uno y otro al Amazonas, con el Putumayo concuerda la distancia navegada confirmada con varios documentos, los días de navegación que se encuentran en este y analizaremos paso a paso confrontando las dos versiones Putumayo o Napo en: Ruta con Google Earth.

Probaremos en ese artículo lo imposible de la ruta por el río Napo]

Las tribus encontradas:

Yrrimorray, Aparía, Machifaro, ICA, Uniguayal y Omaguas son las tribus existentes en el río de la navegación antes de juntarse con el otro mucho más grande, el de la Trinidad, las cartas antiguas y el nombre actual del río en el Brasil, nos afirman que es el Putumayo el río por el que navegó Orellana.

LOS OMAGUA poblaban las cercanías de los dos ríos Putumayo y Caquetá como denuncia el escrito de Gonzalo Pizarro que veremos en las siguientes páginas de este Menú y los ratifica como los señores del Putumayo el Padre Cristóbal de Acuña casi un siglo después de la ruta de Orellana.

putumayo_acuna
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TERMINA CARVAJAL.

....... Fuimos caminando por esta tierra de Omagua más de cien leguas, al cabo de las cuales allegamos a otra tierra de otro señor llamado Paguana, el cual tiene mucha gente y muy doméstica, de este pueblo iban muchos caminos, la tierra adentro, porque el señor no reside sobre el río. .

… Salimos de esta población y fuimos caminando siempre por muy gran poblado que hubo día que pasamos más de veinte pueblos y esto de la banda por donde nosotros íbamos porque la otra no la podíamos ver por ser el río grande; y así íbamos
dos días por la banda diestra, y después atravesábamos e íbamos por la mano siniestra, que mientras veíamos lo uno, no veíamos lo otro...

...y aquí se nos acabó la provincia del ya dicho señor Paguana, y entramos en otra provincia mucho más belicosa y de mucha gente y que nos daba mucha guerra: de esta provincia no supimos cómo se llamaba el señor de ella...

... Sábado víspera de la santísima trinidad, el Capitán mando tomar puerto en un pueblo... Este mismo día saliendo de allí, prosiguiendo nuestro viaje,
vimos una boca de otro río grande a la mano siniestra, q
ue entraba en el que nosotros navegábamos, el agua del cual era negra como tinta, y por eso le pusimos el nombre de Río Negro, el cual corría tanto y con tanta ferocidad, que en más de veinte leguas hacia raya en la otra agua, sin revolver la una con la otra... .

Aquí suspendo la relación del Padre Carvajal, llegan a la isla de Cubagua el 11 de septiembre de 1542.

Orellana en su viaje no se detiene, sino para descansar, hacer mantenimiento a los barcos y acaparar alimentos según la relación, el motivo de no llegar a la tierra adentro donde sabía se encontraba lo buscado es la poca gente con la que contaba, pues solo partió con 57 hombres, pero es claro que encuentra el camino hacia el Imperio, pues regresa por él.

Deformaciones corporales que se encontraron en casi todas las familias caribe de las costas de Venezuela. En Colombia en muchas tribus, Quimbaya y Tumaco para dar un ejemplo.

Los Orejones del Cuzco fueron la nobleza de los Incas, esa misma gala se encuentra en varias tribus del Putumayo, Caquetá y Vaupés llamadas Orelludos en todos los mapas, Santa Gertrudis explica muy bien y los cronistas en general que toda tribu indígena usaba alguna deformación corporal que se hacia desde niños para que sirvieran por toda la vida como distintivo de la casta a la que pertenecía.

He insistido sobre este tema en esta web y reitero en esta sección que una de las formulas más seguras que creo exista para separar familias, son sus galas y esto he dicho sobre las familias Gua:

Podemos por las mismas crónicas conocer sus reseñas o solemnidades más importantes: Deformaban los cráneos, deformaban pantorrillas, muslos y brazos, alargaban los lóbulos de las orejas, tatuaban cuerpos y rostros, tenían sus viviendas aisladas no conformando poblados, (con predilección por las lomas o lugares elevados, si no los había los construían), exclusión de la idolatría, en especial los cultos al Sol, exclusión de cacicazgo hereditario, practicaban la circuncisión femenina y masculina, usaban del veneno como arma (a muy pocas de estas comunidades les fue permitido), lo mismo que la siembra y distribución de la Coca, que garantizo solamente sembraban y comerciaban las tribus pertenecientes a esta Cultura.

A algunas de estas tribus como permisión por jerarquías solo podían hacer uso de una, dos, tres, o más de estas solemnidades al tiempo y todas juntas las encontramos en el gran Imperio de los Omeguas cabeza de la familia a la llegada Española, e Imperio perdido de Sur América, Localizado en el centro absoluto de la parte más gruesa de la América del Sur y eje central de esta web.

Sobre el regreso de Orellana dice Garcilaso de la Vega en el mismo capítulo citado:

....En aquella isla compró un navío, con que vino a España, y pidió a su Majestad la Conquista de aquella tierra, engrandeciendo su empresa, con decir que era tierra de mucho oro, y plata, y piedras preciosas, certificándolo con la buena muestra, que de aquellas cosas llevaba, Su Majestad le hizo merced de la Conquista, y de la gobernación de lo que ganare. Orellana hizo más de quinientos soldados, Gente muy lucida, y caballeros muy principales, con los cuales se embarcó en San Lucar, para su jornada y murió en el mar, y los suyos se desperdigaron por diferentes partes...