NICOLAS DE FEDERMAN
Primera expedición a los Llanos del Orinoco:
En su primera expedición recorrió parte de los llamados Llanos del Orinoco en los años de 1530 y 1531, la relación de su viaje nos queda consignada en un manuscrito que fue publicado en 1555, ese documento es muy interesante, ilustrativo y de gran importancia, pues, nos ayuda a conocer y entender la conquista.
En ese viaje conoce la suerte de la gente de una de las naves de Ordaz después de que dos embarcaciones se separaron de la armada y desaparecieron en 1530.
En seguimiento de Ordaz y el resto de la Armada, una de las dos naves perdidas debe de haber entrado por un río que puede ser el Apure o el Arauca y fueron muertos los españoles, como está relatado en el escrito de este alemán. Es posible que algunos hombres fueran capturados, pero de eso no fue informado Federmann en 1531 y es lo que se entiende por su diario, pues, si sabe de prisioneros, procede al rescate, costumbre, prioridad, e hidalguía de la época.
Las inundaciones del Apure y el Arauca que desembocan muy cerca uno del otro son espectaculares y descritas como un mar sin fin. Es por eso que la expedición de Federmann pudo llegar más al sur de lo que calcularon los historiadores Argaya y Friede.
El dato de los españoles de Ordaz que conoció Federmann al tiempo de la gran inundación lo hace pensar así, en su relación el pueblo Itabana está a dos días de camino del lugar donde se presume fue la matanza, lugar a donde llega la embarcación o casa del agua.
El joven de Ulm, como el mismo se nombra, es con razón, pues, llega a América con 19 años. Después de terminar su fallida primera expedición y con los datos recibidos, viaja a España a conseguir los medios para regresar a encontrar a Meta, primer nombre de las Provincias del Dorado que pretendía incluir dentro del territorio concedido a los alemanes o gobernación de Venezuela.
Dice Gonzalo Fernández de Oviedo sobre las pretensiones de Federmann:
La búsqueda de Meta es el principio del fin al acuerdo entre los Belzares y la Corona de Castilla.
Frustrada la aspiración de Federmann se somete a ser teniente de Espira, de acuerdo a la crónica, Espira se desembaraza de Federmann y parte solo a buscar las noticias del Sur o Meta.
Dice Fray Pedro de Aguado:
Libro segundo de la segunda parte
Capítulo tres
En el cual se escribe cómo llegado a Coro Jorge Espira luego echó la gente la vía de los llanos, y él se fue tras de ella para descubrir aquella vía, y cómo el teniente Federmann se quedó en Coro para ir a Santo Domingo a hacer más gente.
Llegado Jorge Espira a Coro, que fue por el año de treinta y cuatro, y viendo el mal aderezo que en aquel pueblo había para poderse detener ni sustentar allí tanta gente como él había traído y los demás que en el pueblo estaban, dio luego orden en aderezar su entrada, ...., dando traza y orden cómo su teniente Federmann se aviase para seguir su jornada. Concertaron que Federmann fuese a Santo Domingo y tomase de los factores de los Bezares todo lo que hubiese menester para caballos y avíos de soldados, y haciendo toda la más gente que pudiese se volviese a Coro, y con los soldados y capitanes que allí le quedaban siguiese su jornada.....
Segunda expedición de Nicolás de Federmann.
Esta segunda expedición de Federmann y la de Espira están ligadas íntimamente a la de Felipe de Utre, la liga no es la nacionalidad alemana de estos 3 conquistadores, ni el objeto de la búsqueda, es la certeza de los expedicionarios a haber llegado muy cerca al tan deseado Dorado.
Federmann se acerca a la provincia de Meta o Dorado en 1531.
De ese viaje se desprende la expedición de Espira. Con Espira como teniente viaja Felipe de Utre en 1535.
Sale Federmann esquivando encontrarse con Espira. Con Federmann como teniente viaja Pedro de Limpias en 1536.
De la expedición de Espira se desprende la de Felipe de Utre. Con Felipe de Utre como teniente viaja Pedro de Limpias en 1541 y Limpias fue el teniente de Federmann.
De todas estas expediciones y las posteriores sobresale una región llamada El lugar de Nuestra Señora, frente a este sitio se fundó San Juan de los Llanos, esta zona fue muy especial, pues sirvió de Real (pueblo hospital y de descanso) a todas las expediciones que se hicieron en ese siglo al Llano y contaba con una tribu espectacular.
Simón describe a los Guayupes o Guaipes como de apacibles ánimos que en común era gente buena.
Yo agrego: sutil y política, este pueblo de gente buena y apacibles ánimos perdió todas las expediciones que bajaban por la cordillera o subían, con su apacible animo, envió unos al sur y a otros al poniente, esta tribu estaba a mi parecer apoyada por otra de avanzada, los Guahivos, esta tribu era nómada y remitía a los españoles con los Guayupes a pesar de su condición de no tener hogares que proteger "se dejaron ver" de los españoles.
Este o estos pueblos nómades se encontraron con las expediciones al Oriente y Norte del Meta. Herrera llega por el Orinoco, entra en el Meta, se encuentra con la nación andante y salteadora (y lo matan) esta también se dejó ver de Federmann.
A Federmann no le dan guerras los indios del Meta como se la dieron a Espira; se encuentra con los andantes. Sin guerras atraviesa las tierras de los fieros bárbaros, aterriza sin guerras donde las buenas gentes de apacibles ánimos y lo mandaron a atravesar la cordillera.
Resumen de la expedición:
Fray Pedro de Aguado, Libro segundo de la segunda parte
.....Según atrás queda dicho, como por no verse Federmann con su Gobernador Jorge Espira dejase el camino de la sierra pasados los ríos Apure y Zarare y se metiese por lo llano....Enviando así a Pedro de Limpias con alguna gente que fuese descubriendo a buscar algún lugar para invernar porque ya se acercaba el invierno, el se partió en su seguimiento con todo el resto de la gente. Pedro de Limpias caminó lo que pudo hasta llegar a un río llamado El Pauto, donde halló cantidad de pueblos y abundancia de comidas y sitio acomodado para tener el invierno....Pasó el invierno sin sucederles cosa próspera ni adversa y luego empezaron a tener algunas rarezas las aguas y prosiguió su camino...
..Amanecido, Fredemán caminó con su gente y dende pocos dias llegó al río de Meta, cuyos nacimientos están dos leguas de la ciudad de Tunja, en El Nuevo Reino de Granada, en el camino que de Tunja llevan a la ciudad de Santa Fe. Llamase este río de Meta en sus nacimientos, Bajaca. (Este dato es correcto, el río mencionado que llama Aguado Bajaca, nace cerca a la población de Siachoque muy cercana a Tunja, aguas abajo se une al Upía, hasta hace un siglo se consideró al upía el nacimiento del Meta) Rivera de este río de Meta se alojó Federmann, donde descansó algunos días; están poblados muchos naturales riveras de él, gente de buena distinción y amigables; llegan a este paraje aquellos grandes pescados dichos bufeos, que se crían en el mar océano. Este río se junta con el río Orinoco, doscientas leguas apartadas de la mar; y ambos juntos, junto a la mar, son llamados el río de Uriparia.
..Hay en estos llanos de Venezuela cierta nación de indios llamado guayhiguas (Posteriormente son llamados guayvas por Gumilla, descritos como feroces flecheros envenenadores y enemigos de cristianos) gente que no viven en pueblos ni son cultivadores ni labradores ni tienen lugar señalado donde habitar; traen consigo unas tendezuelas hechas de algodon, en que se recogen de noche, sustentanse de lo que salteando roban y hurtan a las otras gentes mas nobles......Estos guayhiguas es gente muy ligera y suelta, tanto que con poca delantera que a un caballo lleven, con dificultad les alcanzan. Usan de cierto genero de instrumento hecho a la manera de pretales de cascabeles con que entran haciendo estruendo por los pueblos donde entran a robar (es sin sentido que tuvieran instrumentos para avisar que van a robar). Entiendo que esta propia nación de indios son los que por otro nombre llaman gira harás, que viven de la propia manera que estos.
Después de haber descansado Federmann rivera del río Meta algunos días pasó adelante con su campo y marchando por la falda de la sierra llegó a la provincia llamada de sus propios naturales Marvachare, que es donde los de Jorge Espira dijeron el pueblo de Nuestra Señora, y esta gente de Federmann llamaron el Pueblo de la Fragua, por haber armado allí una fragua para aderezar ciertas herramientas, y todo esto es en el territorio donde ahora está poblado el pueblo dicho San Juan de los Llanos, que es del Distrito del nuevo Reino de Granada..
Llegado el teniente Nicolás Fredemán al pueblo Nuestra Señora, en la parte que le pareció más acomodada hizo su alojamiento y luego de algunos indios que allí se tomaron, procuró informarse ..Los indios le dijeron claramente que no curase de pasar adelante sino que por allí atravesase la cordillera, donde daría en gente muy rica...tomo consigo una parte de su gente y algunos capitanes y salió a buscar algunos naturales para mejor informarse de ellos de la noticia y nueva que los indios del pueblo de Nuestra Señora le daban, y caminando tres días dio en una provincia de indios llamados operiguas,... de estos indios que aquí se tomaron tornó Freedman a informarse e inquirir y saber lo que adelante había, los cuales confirmando lo que los de atrás habían dicho, dándoles nuevas de muchas gentes de naturales que poseían grandes riquezas y diciéndoles que allí iban muy pocos españoles, que volviesen por los que atrás quedaban, y que ellos los meterían en la tierra.
Con esta buena nueva y guías que ya Freedman tenía, se volvió a do estaba su alojamiento a dar orden en partirse con toda su gente la sierra adentro para atravesar la cordillera...
Simón tomo 1 página 498
...sin detenerse por algunos días, hasta que llegaron al famoso río de Meta de quien hemos hecho tanta y tantas veces mención. A cuyas riberas se alojaron por algún tiempo...... y así le parecía mudar rumbo y probar ventura, por otra parte, como se lo aconsejaban los mismos naturales, dándoles noticias de estas provincias del Reino, de gente rica, vestida y amigable ...
Según la crónica, Federmann es informado de la "riqueza" de la sabana de Bogotá y que es el motivo que lo impulsó a remontar la cordillera.
Existe una segunda razón a ese cambio de ruta. Es seguro que así como los indios le informan del regreso de Espira, la ruta que seguía, que siguió y de lo que tuvo conocimiento y no alcanzó, también le informaron de la ocupación de Gonzalo Jiménez de Quesada a la meseta de la cordillera, con mucha gente, que era lo que a él le faltaba.
Sufrida la afrenta que le hicieron los Belzares (Con los que entra en juicio a su llegada a Europa) y la traición de Espira, decide Federmann encontrarse con los españoles de la sabana, conseguir aliados y continuar el descubrimiento antes del regreso de los Alemanes y eso fue parte de lo que se ventiló en el juicio de Europa.
Jorge de Espira o Georg Hohermuth.
Sale de Coro en 1535, dice la versión de Fernández de Oviedo sobre la expedición de Espira, ya pasado el Río Upía:
Fernández de Oviedo recibe los informes que ustedes están leyendo antes de 1540. Se presume que la versión de fray Pedro de Aguado está tomada de las notas del Padre Medrano y dice a letra que ha conversado con sobrevivientes de las expediciones, el caso es que para el tiempo que él escribió, ya la Real Audiencia de Santa fe del Nuevo Reino de Granada, había contestado al Rey de España sobre la no existencia de españoles perdidos en la región del Meta.
Veamos la versión de Aguado:
Capítulo séptimo.
...Con estos trabajos y otros que mi pluma calla por parecer increíbles, pasó el invierno y las aguas aflojaron de suerte que un poco más arriba del alojamiento, por cierto vado apacible que el río Opia por aquella parte hacía, lo pasaron los nuestros, y comenzaron a marchar por entre gentes de diversas y diferentes lenguas, que por no tener intérprete que las entendiese para saber cuáles eran y los nombres de sus provincias y pueblos, ...... Hubieron estos españoles un indio que aunque escuramente era entendido de cierto faraute que en el real traían, el cual dio al gobernador Jorge Espira muy entera relación del Nuevo Reino de Granada.....
Capítulo Octavo
Cómo pasando adelante Jorge Espira con su gente dieron en una poblazón que por su fortaleza llamaron Salsillas; y de cierta noticia que tuvieron de un gran río, que presumieron ser el Marañón.
..... el gobernador les mostraba algunos piezas que de estos metales llevaban, y así casi todos los indios parecía que por aviso del demonio, estaban tan conformes que uno de otro no discrepaba en dar muy buena relación y noticia al gobernador Jorge Espira de que adelante por la derrota que iba hallaría tanta abundancia de aquellos preciosísimos metales que cargarían muy muchos caballos de ellos en llegando, y con esto, añadían calidades de gentes vestidas de mucha gravedad y majestad que lo poseían, y con otros falsos colores que a sus pláticas daban, henchían los ánimos de los soldados de una tan buena y loca esperanza, que ciegos y llenos de codicia, pasaban por muy intolerables trabajos,..... y así dieron de repente y sin pensarlo, casi desapercibidos de comidas, en una tierra algo áspera y quebrajosa, en parte montuosa y en partes rasa, de muy rara poblazón y estéril de comidas, donde se tomaron algunos indios, los cuales, siendo interrogados por sus farautes, dieron noticia que cerca de allí, sobre la mano izquierda, estaba un pueblo grande, bien proveído de mantenimientos y de otras cosas....
.....Solamente hubieron de este pueblo una india con una criatura de hasta siete y ocho años, con la cual por presa de su trabajo se volvieron a donde había quedado su gobernador alojado, sin llevar otro recurso ni proveimiento de comida ,que fue harto desconsuelo para todos. El gobernador tomó la india y con sus intérpretes procuró inquirir y saber de ella si se hallaría por allí cerca comida alguna, la cual le respondió que ciertas jornadas de allí había mucha abundancia de maíz y de otras cosas de comer, pero que habían de ir por unas ciénegas y manglares, tierra muy mala y de perverso camino, y después habían de llegar a un río muy caudaloso, por el cual habían de ir en canoas a donde la comida estaba. La necesidad que de ella había hizo que el gobernador no le pereciese nada dificultoso este camino para sus soldados. Luego mandó apercibir los que les pareció y dándoles por caudillo uno de aquellos capitanes y a la india para que los guiase, les mandó que fuesen a traer el bastimento que pudiesen, y que llevasen atada y con todo recaudo aquella india que habían de llevar o llevaban por guía, la cual si se les iba sería en vano su trabajo, y pondrían la gente en riesgo de perecer de hambre.
A este río de que esta india dio noticia, algunos en aquel tiempo quisieron afirmar que era el río Marañón, (Era el río Meta)....
...Y con esta confusión, el gobernador llamó a la india y le tomó a repreguntar lo que había dicho, la cual, por el faraute o intérprete respondió que ciertos hombres de la suerte y manera de los que allí estaban, habían subido por el río arriba por donde ella los quería llevar, y llegados a aquel pueblo del palenque, que los españoles llamaron Salsillas, se volvieron, y que aunque en aquella sazón la prendieron aquellos españoles, sin hacerle daño ninguno la habían soltado, por temor de los cuales aquellos indios habían fortificado en aquella forma aquel su pueblo, y que estaban diez jornadas de allí el río abajo en una tierra de muchos pueblos de indios, donde los cristianos tenían hecho otro palenque fuerte en que se recogían y estaban fortificados contra las asechanzas y calunias de los indios naturales de aquellas tierras y eran ya muy viejos, y que tenían muchos hijos ya grandes e indias que les servían, los cuales no tenían para defensa de sus personas sino solas dos espadas, y los demás usaban las armas de la tierra, que eran arcos y flechas, y que asímismo no tenían caballos, que en su lengua llaman guabiares, mas que tenías perros, a quien llaman avres.
Esta relación y noticia que esta india dio de estos españoles movió los ánimos de muchos soldados a tener voluntad de ir en demanda de aquella tierra y gente de quien les había dado noticia aquella bárbara mujer; mas al gobernador Jorge Espira no le pareció acertado viaje dejar de seguir su descubrimiento por tierra e ir a meterse en la fortuna del agua por dicho de una infiel de menos verdad que fe, y así con buenas razones dio a entender a los suyos que debían de quitarse de aquel propósito, y los ánimos que tan valerosamente querían emplear en seguir aquella rústica mujer que por ventura pretendía meterlos en donde pereciesen, los conservasen para la noticia que casi entre las manos llevaban, por la mucha certidumbre que los naturales de atrás les habían dado de las riquezas de adelante.
De estos propios soldados que aquí se hallaron con Jorge Espira han querido y aún quieren afirmar que esta noticia que con astucia de haber libertad les dio esta india de haber visto y conocer españoles en aquella tierra y están en la parte dicha, es cierta y verdadera, y que es la gente que don Diego de Ordaz perdió viniendo al Marañón; y lo que acerca de esta gente de Ordaz hay que saber yo lo tengo escrito en esta Historia, tratando de aquella propia jornada, y los propios soldados de Ordaz que hoy son vivos afirman que en el Marañón no se perdió ninguna gente de los de su compañía, sino en unos bajos.....
En esta imagen Satélite ubico el sitio de Nuestra señora en la actual población de San Martín, y la localización de la primera población española del llano que se mantuvo pocos años, llamada San Juan de los Llanos.
Sigue Aguado, capítulo once:
...Habiendo ya asosegado Jorge Espira a su gente del alboroto que entre ellos se había levantado sobre ir en descubrimiento de las tierras y españoles que por noticia les había dado aquella india de quien atrás queda largamente dicho,...
..... holgaron en este alojamiento otros quince días más, al cabo de los cuales prosiguió el gobernador su descubrimiento por la falda de la sierra y fue a dar a un pueblo que llamó el pueblo de Nuestra Señora, por respeto de que en él holgaron y estuvieron el día de Nuestra Señora de Agosto, y este día les hizo el gobernador un convite a todos los soldados en regocijo de las buenas nuevas que los indios de aquel pueblo les daban de la prosperidad de tierra y naturales y riquezas que adelante decían que habían a fin de echar a los españoles de su tierra. Y aquí, asímismo, hizo esta gente cierta promesa a Nuestra Señora porque les encaminase aquello que deseaban.
Este pueblo de Nuestra Señora, cerca de donde al presente está poblado un pueblo de españoles dicho San Juan de los Llanos, que por vía del Nuevo Reino pobló el capitán Avellaneda, es por donde después vino a entrar el teniente Fedreman en el Nuevo Reino, como adelante diremos en esta misma Historia hallaron en este pueblo de Nuestra Señora un bohío o casa de admirable grandeza; tenía de largo doscientos pasos y cada frente dos puertas grandes, y según después se supo, era este bohío templo de aquellos bárbaros, donde hacían sus sacrificios al Sol, a quien tensan por dios, y en él tenían muchas doncellas recogidas, que eran ofrecidas como en sacrificio de sus padres, con las cuales estaba un indio viejo, que era como el sacerdote para aquellos ofrecimientos, el cual tenía cargo de predicar aquellas mujeres lo que conforme a sus preceptos habían de guardar. Tenían en este bohío cantidad de todo género de mantenimientos para el sustento de aquellas encerradas doncellas....
Continúa la versión de Fernández de Oviedo:
La ruta de Oviedo está enriquecida con tomas de altura que difieren un poco (15 a 20%+-) a la actual medición, Oviedo no relaciona la llegada al pueblo de Nuestra Señora y templo del sol que deja Aguado, llama a ese lugar nacimiento de Meta y no relaciona el encuentro con el Aríari, que describe muy bien Aguado.
Desde la conquista ha existido la controversia de cuál es el verdadero nacimiento del Meta, en esos tiempos fueron dos opiniones, una el río que hoy llamamos Metica y la otra el río Upía.
La siguiente imagen que muestra la dimensión de los ríos, les aclara la controversia y nos deja ver que no está equivocado Fernández de Oviedo al decir que el nacimiento de Meta es el lugar del Bohío o pueblo de Nuestra Señora, Tampoco lo está Aguado al considerar que el nacimiento del Meta es el río Upía.
Dice Aguado, Capítulo once:
Pasadas las fiestas y regocijos; que no debieron ser pocos los que se hicieron con las buenas nuevas de la tierra de adelante, prosiguieron su viaje, y al salir del pueblo de Nuestra Señora, ya que iban marchando, salieron a dar en los españoles cantidad de indios de aquella provincia, los cuales se habían juntado para dar en el alojamiento de los españoles y allí damnificarlos todo lo que pudiesen, porque les parecía mal la mucha tardanza y entretenimiento que en su tierra hacían, y tan mal libraron en este acometimiento del camino como libraran si en el alojamiento acometieran; porque luego la gente que allí iba de a caballo dio en ellos, y alanceando muchos de los que en la delantera iban fueron fácilmente rebatidos y desbaratados, de suerte que no tornaron a dar más desasosiego al campo que caminaba.
Aquel día propio fueron los nuestros a alojarse a un lugar o pueblo que estaría dos leguas del de Nuestra Señora, cuyos moradores habían sido llamados y llevados para la guasábara o pelea que con los españoles tuvieron; y como otro día acudiesen a sus casas y alrededor de ellas encontrasen los caballos que andaban sueltos paciendo, eran tan opresos del temor que en la guasábara del día antes habían cobrado, que sin osar ni poder volver atrás ni pasar adelante, se dejaban caer en el suelo y metiendo las cabezas y rostros entre la paja dejaban los cuerpos descubiertos, como suele hacer la perdiz cuando es perseguida del cazador. De este pueblo pasó nuestra gente adelante en su descubrimiento, y llegaron a un río llamado Orinare o O guape, ribera del cual había algunos naturales poblados, de lengua guati. Alojase el gobernador en la ribera de este río por ir algo crecido. Los naturales que de la otra parte estaban contrataban con los nuestros, aunque no con mucha seguridad, porque pasaban el río en canoas con algunas comidas, y cuando llegaban cerca de tierra decían a loe españoles que pusiesen el rescate a la lengua del agua y que se arredrasen afuera, y con esto llegaban los indios y tomando el rescate que les daban, dejaban allí las comidas que traían, y se volvían sin querer mostrar su conversación; y paréceme que lo hacían astutamente, pues si calan en poder de aquella gente que venían hechos a tomar todo lo que habían menester graciosamente, se había de hacer lo mismo con ellos, y aun si pasaban sin derramamiento de sangre, sería muy gran merced que se les hacía.
Estos indios, pensando asombrar a los nuestros, hacían en sus pueblos, que estaban a la ribera de aquel río Ariare, muy grandes candelas o fuegos toda la noche; y una de las noches que allí estuvieron los nuestros, de repente, alzaron los indios muy gran grita y vocería que causó alguna admiración entre los españoles, y procurando inquirir y saber qué fuese la causa de aquel alboroto y grita, era que en aquella sazón había hecho eclipse la Luna, y conforme a las supersticiones que estos indios usan, tuvieron por mal pronóstico y señal, como que por aquel eclipse les había de sobrevenir hambre o mortandad, y para remedio de estos males o en venganza del pronóstico y señal que la Luna les había dado, se airaban y enojaban contra ella arrojándole muchos tizones, y palos y piedras y otras cosas que a las manos habían. Con el mismo ímpetu los principales y señores, siguiendo la misma furia y superstición de sus súbditos, tomaban las macanas, que son sus armas, y daban muy grandes golpes en los árboles que topaban, en señal de venganza contra la Luna, y volviéndose a los indios sus vasallos, los consolaban diciendo que no temiesen las calamidades que representaban los prodigios de la Luna, que ellos lo remediarían todo con grandes sementeras que harían para su sustento y mantenimiento, y con esto se aplacaron....
Aguado deja establecido que todo el recorrido sur que hizo la expedición fue sostenido en alimentos por los indígenas de la otra banda del río y que su presencia la señalaban con hogueras, es diciente que estas tribus llamaran la atención sobre ellos y sus poblados.
Esa estrategia evitó que los conquistadores se internaran en la tierra buscando comidas y encontraran la serranía y poblados Omegua que sí descubrió Utre.
Pasado el peligro de que los españoles se pudieran internar en el llano hacía los Omegua, los indios de la otra banda deben haber dejado de cambiar alimentos, pues se atraviesa el río Aríari y toman el rumbo Sur-Oeste, Fernández de Oviedo habla de un solo paso de río, pero da una altura de dos grados dos tercios que aclara el lugar aproximado del paso del Aríari.
Sigue Aguado:
..Los nuestros, buscando vado, pasaron el río muy apartados de la población dicha, y prosiguiendo su descubrimiento por la falda de la cordillera que a mano derecha llevaban, (La serranía de la Macarena), fueron a dar a una provincia que tiene un río llamado Guaviare, y por la lengua de los naturales Camicamares, (No llega al río Guaviare, solo recibe informes de su existencia) cuyos naturales salieron al encuentro al gobernador Jorge Espira y a los suyos, por los cuales fueron fácilmente desbaratados y ahuyentados; y no deteniéndose en esta provincia prosiguieron adelante y llegaron a un pueblo de cierta gente llamados Guayupes, (Vuelven a entrar en el juego los Guayupes) cuyos moradores esperaban a los nuestros en sus propias casas con las armas en las manos; y para representar con más ferocidad la braveza de sus personas, que eran muy crecidas, estaban todos untados con el zumo de ciertas manzanas que en común llaman jaguas, con lo cual eran vueltos muy fieros. Estas jaguas es cosa muy usada en las Indias, casi tanto como la bija, betún colorado de que también, como en muchas partes de esta Historia he tratado, usan los indios e indias mucho.
Estaban estos bárbaros desnudos, en cueros, para mejor usar de la ligereza de sus personas, y con esto se habían emborrachado con aquel brebaje de que usan todos los indios en general, que es o de maíz o de aquella raíz llamada yuca; porque tenían estos indios, y sin ellos otros muchos, que saliendo borrachos a la guerra o pelea, llevan consigo más vigor y fuerza y coraje. Mas todas estas invenciones no les aprovecharon cosa alguna, porque aunque en el primer acometimiento que nuestros peones les hicieron se defendieron muy bien, luego que llegaron los de a caballo fueron con facilidad rompidos y desbaratados y puestos en huida. Los nuestros saquearon el pueblo, y alojárosle allí aquel día, y el siguiente se partieron para adelante, y en pocos días llegaron a un río caudaloso, llamado Papamene, que en lengua de aquellos naturales quiere decir río de plata, ribera del cual se alojaron para dar orden en su pasaje y en buscar vado para ello y haber algunos indios naturales de por allí que los guiasen adelante...
Los distintos conquistadores recibieron el nombre de los ríos de acuerdo a la lengua de los intérpretes y de lo que estos entendían de los naturales que llamaban a su provincia con el nombre de su cacique y lo mismo a la porción del río que la bañaba.
Como ven en las siguientes imágenes, el río Papamene es hoy en día apenas un brazo del nacimiento del Guayabero al que se une el llamado Duda nombres netamente españoles que deben haber suplantado al general de Papamene. Empezamos a llamar a esta gran masa de agua río Guaviare, a partir de la desembocadura del Aríari.
El Aríari, (Guainare, Oriare, etc.,) fue considerado hasta el siglo XVIII el verdadero nacimiento del Guaviare y a Papamene o Guayabero como a un tributario.
El verdadero tamaño de los ríos que hoy podemos ver en las imágenes satélite, nos aclara sin dejar duda con cual río por la descripción de su dimensión se encuentran las expediciones, los mapas tradicionales como los que van a ver, necesariamente tienen que igualar el ancho de los ríos.
La ruta que establecen los dos manuscritos es bastante clara: Pasa el Upía, se llega a un lugar establecido en todos los mapas (de dos siglos) llamado San Juan de los Llanos, se encuentra el Aríari y se sigue a orilla del río rumbo sur, se atraviesa el Ariare y tuerce al poniente, encuentran el Papamene y siguen vía al sur.
En la versión del padre Aguado la expedición cruza el Aríari, llega a una provincia que tiene un río llamado Guaviare, pero no llegaron a él, llega al Papamene y lo cruza, lo diciente de esta versión es que nombra la cordillera que "llevan de mano derecha" y es indudable que la serranía de la Macarena es la referencia de este padre.
Las flechas en blanco en el mapa son el cruce del padre Aguado y es la diferencia con la versión de Fernández de Oviedo que está en Amarillo. En la siguiente imagen satélite, están establecidos, alturas y los ríos.
El río Aríari a la altura de San Martín está dividido en muchos brazos con 60 metros el mayor, desemboca al Guayabero con 200 metros de ancho
El río Duda tiene en la junta con el Guayabero unos 30 y 40 metros de ancho
El Guayabero en Puerto Crevaux de Papamene tiene 60 metros, en la Junta con el Duda 100 metros, en la boca del Lozada 120 metros, en el presunto lugar de llegada de Espira 150 metros, ese ancho si admite la cantidad de canoas descritas, antes de recibir al Aríari tiene 250 metros de ancho.
El Guaviare ya recibido el Aríari supera los 400 metros de ancho explayando a más de 700.
El río Lozada en la junta con el Guayabero tiene 40 metros de ancho, 25 metros en cercanías del Caguán.
El Caguán tiene 80 metros a la altura de San Vicente y 250 en la boca con el Caquetá.
El Orteguaza tiene a la altura de la actual población Potosí, la medida del Guadalquivir en Sevilla.
Este río Orteguaza es a mi parecer el llamado Bermejo por la crónica en esta parte de Colombia que detiene y termina la expedición de Espira.
En esta imagen con los ríos y las alturas sobre la línea del Ecuador, nos damos cuenta que si los Choques desbarataban en el Orteguaza la expedición y lo consiguieron, lograron que a un pasito del Caquetá, no llegaran los conquistadores a los Omagua, los pobladores del sector.
El detalle de la comparación con el río de España es contundente porque el Caquetá es muy grande y tiene a la misma altura 300 metros de ancho.
Es también muy importante tener en cuenta el mogote de sierra descrito por Oviedo más adelante "nacimiento de otro río muy grande que no debían pasar", indudablemente es el Caquetá y no debían de pasar, pues al parecer por el dato de las "ovejas" (Llamas, Alpacas y Vicuñas, son de tierra fría), los querían enrumbar al valle de Sibundoy, escondiendo a los Omaguas y Chiribiquete.
Al valle de Sibundoy llevaron los mismos indios en 1541 a Hernán Pérez de Quesada, muy acabado y derrotado, después de darle el mismo trato que a Espira.
En estas imágenes vemos lo quebrado del terreno que recorrió Spira a donde lo avientan los Guayupes o Guaipis .
Sigue Aguado, capítulo doce
Cómo teniendo Jorge Espira paz con los indios del Papamene, pasó el río, y atravesando la tierra de este nombre, fue a dar, con guías que de allí a los Choques, de donde envíó un caudillo con gente a descubrir lo que adelante había.
Alojado Jorge Espira riberas del río Papamene, luégo los naturales de aquella provincia, admirados de ver aquella nueva manera de gentes, barbadas y vestidas y en toda manera de vivir muy diferentes de ellos, comenzaron a cercar recatadamente a los nuestros, para mejor verlos y reconocerlos, lo cual visto por el gobernador, comenzó a llamarlos por señales que les hacía y por algunos intérpretes que traía, que aunque torpemente entendían en alguna manera aquella lengua. Los indios, entendiendo por las señas que veían que los nuestros querían su amistad y trato, tomaron la comunicación que les pareció más segura y de que menos se podían aprovechar los españoles para resistirles, y metiéndose gran cantidad de ellos en canoas, se vinieron por el río acercando a donde estaban alojados los españoles, los cuales no dejaban de estar muy recatados y sobre el aviso, viendo que los indios habían usado de aquella destreza y que para venirlos a ver se habían juntado más de trescientas canoas. Comenzarnos a tratar los unos con los otros por vía de rescate y mercado, porque los indios traían cantidad de pescado asado en barbacoa y otros géneros de comidas de que ellos usan, y a trueque de ello pedían de lo que los españoles traían, y lo que más les agradaba eran cascabeles, por los cuales daban más que por otro ningún género de rescate de los que los españoles traían; y con este género de contrato vinieron los indios a perder el temor y a darse más a conversación con los nuestros, de suerte que vinieron a saltar en tierra y a entrar muy sin temor en el alojamiento de los españoles.
Viendo esto el gobernador, procuró informarse de estos indios de la noticia que adelante había o tenían de gentes y oro, los cuales como si estuvieran en los corazones de los nuestros, así les pintaban por palabras lo que iban a buscar, diciéndoles que en tiempos pasados sus mayores habían ido a guerrear con ciertas gentes que adelante de ellos estaban, de donde habían traído gran cantidad de oro y plata; y como era cosa que los españoles y su gobernador mucho deseaban haber, no pusieron ninguna duda en ello, mas tomando de aquellos propios indios cuatro o cinco para guías y lumbre de aquella tierra, levantando sus tiendas pasaron el río de Papamene, y caminando, por donde los indios les llevaban, fueron a dar a unas provincias llamadas los Choques, tierra bien poblada aunque arcabucosa y muy doblada y los naturales de ella muy belicosos e indómitos y de muy mala disistión y condición y gente muy diestra y animosa en el guerrear, y así usan de lanzas muy largas de palma, a las puntas de las cuales tienen puesto un pedazo de una canilla de un indio, muy delgada y afilada, y enxerida allí con hilo, con que hieren reciamente a sus contrarios. Usan para su defensa de rodelas de palo, muy recias y muy ligeras, y en la manija de la rodela traen siempre puesto un pedazo de cierto género caña que en esta tierra y en otras muchas hay, y tan agudo como cualquiera navaja, aunque no tan recio ni tan turable, para en hiriendo el indio degollarlo y cortarle la cabeza. Es gente que come carne humana toda ella en general, hasta las mujeres, por lo cual se mueven grandes guerras entre sí unos con otros, y por comerse no tienen ley el padre con el hijo y el marido con la mujer. Están muy juntos los pueblos unos con otros, pero fortalecidos con palenques de gruesos. maderos por lo poco que entre ellos tura la amistad. Al tiempo de ir a hacer sus sementeras llevan consigo sus armas, y con la una mano cavan y en la otra tienen la lanza y la rodela, porque como todos andan enemistados por sus continuas guerras, en ninguna parte tienen seguridad. Es tierra de muchas aguas y ríos y muy húmeda y manantiales, y por esto malsana para españoles....
Pero se amistaron y juntaron para darle mucha guerra a Espira y le matan varios soldados, el cerco y el hambre a que los someten, obliga a Espira a dar la orden de regresar. Fin de la Expedición.
De la palabra Choque dicen los diccionarios:
Choque, Choke, Chuqi, Cosa de gran estima. = Bien amado.
CHOKE en aimara es oro, como extranjerismo o préstamo se ha tomado la palabra KORI del quechua para designar al oro.
Ludovico Bertonio en 1612, en su Vocabulario Aimara calificaba CHOKE oro el más rico metal, CHOKENCHAÑA engarzar en oro, CHOKE UMA oro derretido,...