LOS ENTIERROS PRECOLOMBINOS.
Imagen tomada de la red, con distintas facturas en la construcción de la urna, esto es lo habitual en este tipo de hallazgos.
¿ENTERRABAN LOS INDÍGENAS AMERICANOS A SUS MUERTOS?
Hay un hecho cierto en el mundo precolombino y es: Las tribus que no sepultaban en tierra a sus muertos en todo el continente a la llegada de los conquistadores fueron la inmensa mayoría, por no decir todas.
Y esto está suficientemente claro en las crónicas que usan la palabra "enterrar, entierros, o enterramiento", pero estos términos que encontramos en todos los escritos no corresponden al significado actual de enterrar, las palabras usadas en las crónicas no son equivalentes a nuestro actual concepto de las mismas, los cronistas trataron de significar con el uso de esas palabras el comportamiento de los vivos hacia los muertos encontrado en estas tierras, hecho que debe entender y apreciar quien se dedica a estudiar los hallazgos arqueológicos para interpretar los mismos.
La civilización precolombina tenía dos fórmulas para proceder con sus muertos muy distintas a las nuestras y fueron:
Desaparecer o conservar:
Una era COMERSE en su totalidad al difunto
La otra GUARDARLO a su lado en la superficie.
De esta segunda modalidad tenemos que resaltar, que no todos los pueblos americanos consideraron el cuerpo como digno de preservar, solo los huesos fueron materia de culto en la mayoría de las tribus que considero conformaron el Imperio.
Cuando el español halló restos CAVANDO la tierra, fueron ampliamente referenciados, pues, las "sepulturas" fueron la mayor fuente de riquezas para los conquistadores en las zonas donde esta práctica supuestamente se dio, sin importar las familias Caribes y no.
Los relatos de estos levantamientos que se encuentran en las crónicas son un verdadero manual de guaqueria.
La pregunta es:
¿Cuánto tiempo llevaban enterrando a sus muertos las tribus a las que los españoles les encontraron las "sepulturas bajo tierra"?
La respuesta es:
Desde el momento del descubrimiento y veamos el porqué. Pero antes es muy importante para la comprensión de los ritos precolombinos tener en cuenta esta pequeña memoria y la que cierra este artículo.
Del libro: La historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito de José Jouanen en el capítulo sobre las misiones del padre Enrique Richter del año de 1686 dice lo siguiente:
Otra costumbre perversa de su gentilidad conservaban todavía los neófitos, y era quemar los cuerpos de sus difuntos para mezclar las cenizas en sus comidas y bebidas. Era tan inveterado este abuso que algunos gentiles, en particular los de más edad, no querían recibir el bautismo, porque siendo ya cristianos, habían de ser enterrados en sagrado, y de esta manera no los podrían comer sus parientes, sino que habían de ser pasto de los gusanos. Los más pertinaces en querer mantener esta bárbara costumbre fueron los indios turca guanes. Muchos se retiraron a sus bosques para poder vivir observando los usos y costumbres que habían heredado de sus mayores.
MI CONCEPTO.
Las primeras crónicas nos cuentan sobre el proceder de los pueblos indígenas con sus muertos. Más adelante existen informes de sepulturas en las costas Americanas (Los montículos del Sinú) lo que produjo alborozo y en consecuencia leyes que trataron sobre esta materia.
Estudiando este tema y dado el tiempo transcurrido entre la llegada de Colón y el del hallazgo de las primeras "sepulturas" en el litoral Americano, tengo la convicción de que los montículos del Sinú y demás "entierros" se deben reconsiderar como tales.
Veamos que se decía unos 20 años antes del descubrimiento de los tesoros funerarios, sobre el mismo lugar donde se descubrieron los montículos:
Año 1518 bachiller Martín Fernández de Enciso:
....ay desde Cartagena al Cenu veinticinco leguas, está Cartagena al Este en X grados y medio, el Cenu al Oeste en IX grados, en el Cenu se hace mucha sal, la gente es recia, belicosa, usan arcos y flechas herboladas, andan desnudos todos, hombres y mujeres. Cuando muere algún hombre principal ó algún hijo suyo, sácale las tripas y lávalo con ciertas cosas y después lo untan y encima de aquello ponen lana de algodón teñido de diversas colores que se pega en el cuerpo y cubierto de aquello pónenlo en una hamaca que es la cama de ellos y aquella cuelgan dentro en casa acerca de donde hacen el fuego y así lo tienen. Yo me acerté á tomar un lugar que se llama Catarapa á donde hallamos mas de veinte muertos puestos de esta manera en las casas.....
¿Qué motivó a que se produjeran los entierros que hoy hallamos?
En el momento en que fueron asaltadas las primeras poblaciones de los que conservaban, cuando las primeras urnas, canastos, momias, hamacas fueron desvalijados de sus pertenencias y ofrendas, decidieron los deudos protegerlos.
La única forma que tenían es la que más temían: Bajo tierra.
Por eso construyeron casas debajo de sus propias casas, montículos de menor o mayor tamaño, etc. etc. También es la razón por la que las tumbas en su gran mayoría están señaladas y muy señaladas, los cambios de tierra son evidentes, ¿acaso el fin más que un ritual era poder reconocer el terreno y rescatarlos cuando pudieran echar o se fueran los conquistadores y tenerlos de nuevo en la superficie cuidados?
Son muchas las pruebas existentes en la crónica sobre esa materia y las veremos ampliamente en lo que sigue de este artículo, región, por región, hasta romper toda duda.
Pero en este siglo la más contundente es la falta de cementerios masivos y las mismas bóvedas. No son tantas para la cantidad de indígenas, no son tantas para los siglos de civilización india, pero si son suficientes para saber que en ellas se encuentran distintos grados de evolución en la construcción de las vasijas y en la cantidad de los restos, la explicación a tantas incongruencias que se presentan en un levantamiento arqueológico que da como resultado en las muestras del carbono fechas distintas, está en que los restos pertenecían a varias generaciones y fueron enterrados por la modalidad de salvamento.
En TRES RELACIONES DE ANTIGÜEDADES PERUANAS, de autor anónimo, leemos:
Después que sucedieron ciertas guerras crueles y algunas inundaciones de agua, dieron en cerrar los sepulcros, no sólo puertas y ventanas, pero echando tierra encima, y haciendo túmulos y terraplenes como cerros sobre ellos. Quedaron empero algunos para más memoria, pero como se supo en todo el reino que habían entrado los españoles en la tierra con mano armada, robando, matando, deshaciendo templos y oratorios, saqueando pueblos, y que todo su corazón era plata y oro, acordaron de tapar y esconder todos los sepulcros, y los tesoros que no pudieron esconder, los echaron en la mar ó lagunas.
LO QUE TAMBIÉN ESCONDIERON.
Largo tiene escrito la crónica sobre el tamaño de los fragmentos en que dividían los españoles la loza europea para cambiar por las chagualas y demás objetos de oro, prueba indiscutible de la costumbre y aprecio que tenían por pedazos de vasijas y platos.
Largo tiene la crónica descrito de la práctica de algunos gobernantes en no usar dos veces los utensilios en que comían y poco tiene escrito sobre los rituales y el destino de las vasijas que se usaban en ellos, pero es fácil de descifrar el mismo y este no es otro que los tristemente llamados "basureros" por la arqueología moderna y que nos entregan estas pequeñas partes de platos y vasijas y en especial los bordes en tamaños muy parejos, al igual que fragmentos de figuritas antropomorfas y zoomorfas.
"basureros" tengo el mismo concepto que sobre los supuestos entierros, siento y creo que el comportamiento indígena en "regar" fragmentos cerámicos o dejarlos en montículos obedeció al mismo fin de preservar y ocultar a sus muertos + estos tesoros valiosos, que eran aquellos pedazos en los que asumo se dividían los objetos usados en cada culto, que se repartían y guardaban como reliquia los participantes del mismo y al final se obligaron dejar al cuidado de la tierra, juntos o esparcidos.
Sobre las Momias.
Más Largo es lo que tengo separado de las crónicas sobre esta materia y extenso lo descrito como vistas en: Hogares o caminos, en pequeñas chozas o fastuosos templos y no hay necesidad de explayarse en ello por evidente y conocido.
Y en posición de conversar y para lo mismo las tenían dentro de sus casas o en altares particulares.
¿Cómo podemos imaginar que se podía tomar tanto trabajo en momificar, envolver en tantos lienzos, algunos muy preciosos y costosos, cubrir al final con máscaras y adornos para meter en tierra?.
LAS PRUEBAS DE LO DICHO.
La Sabana de Bogotá.
El Epítome de la conquista es un manuscrito que está considerado el único cuaderno de Gonzalo Jiménez de Quesada que sobrevivió entre todos los escritos de este letrado, nombrados y consultados por los historiadores del siglo XVII.
Este manuscrito, sea de quien sea, es el primer testimonio que trata sobre el proceder de los pueblos de la sabana con sus muertos antes de cristianizar sus costumbres, la conquista, dice el Epítome:
...En lo de los muertos, entiérralos de dos maneras: métanlos entre unas mantas muy liados, sacándoles primero las tripas y lo demás de las barrigas, y hinchiéndoselas de su oro y esmeraldas y sin esto le ponen también mucho oro por fuera, a raíz del cuerpo, y encima todas las mantas liadas, y hacen unas como camas grandes, un poco altas del suelo, y en unos santuarios, que solo para esto de muertos tienen dedicados, los ponen, y se los dejan allí encima de aquellas camas, sin enterrar para siempre, de lo cual después, no han habido poco provecho los españoles La otra manera de enterrar muertos es en el agua, en lagunas muy grandes, metidos los muertos en ataúdes, y de oro si tal es el indio muerto, y de dentro del ataúd todo el oro que puede caber y mas las esmeraldas que tiene puestas allí dentro del ataúd, con el muerto lo echan en aquellas lagunas muy hondas.
En sus batallas tiene una cisa extraña; que los que han sido hombres afamados en la guerra y son ya muertos, les confeccionan el cuerpo con ciertas unturas que queda toda la armazón entera sin despegarse, y a estos los traen después en las guerras, así muertos cargados a las espaldas de algunos indios, para dar a entender a los otros que pelean como aquellos pelearon a su tiempo; pareciéndoles que la vista de aquellos les ha de poner vergüenza para hacer su deber Y así cuando las batallas primeras que con los españoles hubieron venían a pelear con muchos de aquellos muertos a cuestas. (Epítome de la conquista)
Continuemos con el Perú:
Es para tener en cuenta lo que se leerá debido a los actuales y grandes descubrimientos de estos últimos años sobre cantidad de "cementerios" en los arenales y desiertos del Perú.
El libro del padre Pablo José de Arriaga que se imprimió en Lima el año de 1621, nos enseña y nos ilustra a placer sobre los "enterramientos" de los pueblos peruanos, los levantamientos de los mismos y los motivos para hacerlos en esos cercanos tiempos al descubrimiento.
Este sacerdote descubre la curiosa estrategia de los pueblos incas para ocultar sus reliquias a los españoles y poderles seguir brindado sus ofrendas, los Incas habían optado por pedir cruces a los misioneros, colocaron muchas cruces en caminos y plazas y abajo de ellas enterraron sus ídolos y momias sagradas, es de notar que también enterraron en esos lugares los pedazos de las piezas quemadas y destruidas por los primeros conquistadores y parece ser que este grande y simpático ardid aún perdura, es común en muchas partes del Perú ofrecer a los distintos símbolos católicos las ofrendas usadas con sus antiguos dioses.
He sacado algunos extractos de la obra de este sacerdote como aperitivo, pues la obra completa afortunadamente la brinda la maravillosa biblioteca Cervantes
Dice el padre Arriaga:
En un mediano orden empezando desde los comienzos del descubrimiento hasta el siglo XVIII encontramos:
Costa Caribe
Pedro Mártir. pagina 710.... región de Chiribichi.... (Venezuela).:....No deja de ser interesante lo relacionado con sus funerales. Colocan extendidos sobre unas parrillas de cañas fluviales los cuerpos de los difuntos, particularmente los de los nobles, en parte arreglados, y encendiendo debajo fuego lento de ciertas hierbas, los desecan destilando gota a gota todo su humor, y después los conservan, a manera de penates, colgados en habitaciones interiores. En otras regiones de este supuesto continente existe idéntica costumbre según creo haberlo dicho en las primeras Décadas dirigidas al Pontífice León, tío de tu Beatitud....
Fernández de Oviedo. página 31. tomo 3 .....En la provincia de Venezuela los indios naturales Della, en especial los de la generación que llaman caquitios (Costa, Interior y Llanos de Venezuela) tienen por costumbre, cuando muere algún señor o cacique o indio principal, juntarse todos en aquel pueblo donde el difunto vivía, y los amigos de las comarcas, lloradle de noche en tono alto y cantando, y diciendo en aquel cantar lo que hizo mientras vivió. El otro día siguiente allegan mucha leña seca, y queman el cuerpo de tal arte, que como la carne se va consumiendo por el fuego, apartan los huesos antes que se hagan ceniza, y muy quemados y secos, los muelen entre de dos piedras, y hacen cierto brebaje que ellos llaman mazato, que es muy espeso, como mazamorra o puches, que en algunas partes de España llaman poleadas o zahinas; y este mazato es algo acedo, y tiénenlo por muy excelente brebaje; y echan en ellos los huesos del difunto molidos, y revuélvanlo mucho y bebedlo todos...
Esta es la mayor honra y solemnidad de obsequias que ente ellos se puede hacer, excepto otra, que adelante se dirá, que se hace los que son mayores señores. y que mandan a los caciques; de manera que parece que todos quieren ser su sepultura, para que no piense temisa que hizo mucho en tragarse las maritales cenizas, como dice Joan de Mena..Volviendo a mi historia, en algunas partes desta gobernación de Venezuela el señor principal que tiene muchos indios y le son sujetos otros caciques, llámanle diao, y cuando muere, tienen con él otra manera de obsequias, de la que se dijo de suso, y es así. cuando muere el diao, en su casa más principal en que vivía, cuélganle el el aire en medio della, en una hamaca atada en un postel a otro de palo u horcones, y están hincados en tierra; y está alto, de tierra, seis o siete palmos, y ponénle debajo mucha brasa sin llama; y de día y de noche ha de estar esta brasa viva debajo del cuerpo, hasta tanto que poco a poco se desahina y se enjuga todo, de maneraque no le quede sino el cuero y los huesos. y cuando está bien enjuto, ponen el cuerpo en una hamaca nueva, y dejánlo estar allí en el buhío colgado en su hamaca, como si estuviese un hombre echado durmiendo. Y en aquella casa no ha de vivir ninguno de allí adelante; y cuando aquella hamaca se envejece, su hijo y sucesor en el Estado le hace poner otra nueva; e así le guardan hasta que ven que por discurso de tiempo a cabo de muchos años, el cuerpo se descoyunta o se apartan los miembros unos de otros. Entonces hacen llamamiento general por toda su tierra e señorío y por las comarcas, haciendo saber a sus vasallos y vecinos y amigos y aliados, cómo quieren beber los huesos del diao de tal señorío; y vienen todos y allegase mucha gente, y van todos donde ésta el cuerpo, embijados y pintados de bija y de xagua, que allí llaman busera. Y ponénse las mejores joyas y sartas e otras piezas de oro que tienen, y atavíanse de la manera que mejor lo saben hacer. Y beben dos o tres días a reo aquel mazato que es dicho, o vino que se hace de maíz, y echan en ello los huesos molidos del diao; y esto no se hace a otra persona sino al diao. e hacen a su semejanza una figura de madera de relieve y pequeña, y el día que muere el diao, pónenla debajo de la hamaca en que ésta el cuerpo muerto, hasta que le queman como es dicho, y queman allí también esta imagen suya de palo.
Fernández de Oviedo. página 161. tomo 3
(Costa de Colombia, Panamá, Centro América) .... En este pueblo había delante de las casas o buhíos principales de los caciques, unas chocicas pequeñas, a manera de buhíos, en las cuales se entierran los caciques; las cuales están cerradas con sus puertas muy bien, y en la puerta, de la parte de afuera. en el suelo, tienen huesos e calaveras de difuntos
En otros pueblos muchos, hallaron los muertos dentro de los buhíos propios, e otros en hamacas y muy embijados e deseque despiden los huesos de la carne e quedan limpios, embíjanlos e meten los huesos e cabezas así embijados en ollas o tinajas, e así los guardan en casa, o de fuera junto a la casa.
Fernández de Oviedo. página 338. Tomo 3 E asimismo, en esta gobernación de Castilla de Oro, en algunas partes Della, cuando algún señor muere, toman su cuerpo e asientan en una piedra o leño: y en torno del, muy cerca. sin que la brasa ni la llama toque en la carne del difunto, tienen muy grande fuego e muy continuo, tanto que toda la grasa e humedad se sale por las uñas de los pies e de las manos, e se va el sudor e se enjuga, de manera que el cuero se junta con los huesos, e toda la pulpa o carne se consume o destila. E dizque así está enjuto, sin lo abrir, ni es menester, lo ponen en cierta parte que para aquello tienen en su casa deputada, junto al cuerpo de su padre del tal cacique, que de la misma manera está puesto; e así, viendo la cantidad e número de los muertos, se conoce qué tantos señores ha habido en aquel Estado, e cuál fue hijo del otro e le sucedió en el señorío, según la orden sucesiva en que están puestosBueno es de creer que el que de los caciques murió en alguna batalla del mar o de tierra, e que quedó en parte que los suyos no pudieron tomar su cuerpo e llevarle a su tierra, para poner con los otros caciques, que faltaron del número en tales asientos; e para esto, allí donde había de ser puesto, está vacuo, e hacen pausa o dejan tanto espacio, como el cuerpo había de ocupar en aquella rengle...
También tienen otra forma algunos: y es que cuando muere el cacique, después que está enjuto por el fuego, según es dicho, lo envuelven en cinco o seis mantas o más, e lo echan en una hamaca que está colgada en el aire, e lo ponen en la cámara donde les parece que está mejor, o donde él acostumbraba a dormir..
MÁS DE LOS INCAS.
Antonio de Herrera y Tordesillas Década v. Libro III .... Y habiendo hecho las horas a su padre, y puesto le en el templo `por santo, y habiendo sabido ... y de su cuerpo se hizo lo que de los otros cuerpos de los Ingas, que los conservaban enteros, sin corromperse por más de 200 años, y tenían cada uno en su capilla que se hacia...
.... y la casa de este, y de sus criados, y mamaconas, que servían su memoria, estaba en el cuzco donde se fundó la parroquia de san Blas, y su cuerpo se halló tan entero, como si estuviera vivo, el cual con el de otros Ingas mandó a la ciudad de Lima el Licenciado Polo, por mandato del Marques de Cañete y con muy buen consejo, para quitar de raíz la idolatría del Cuzco........
Y en el valle de Lile, y en otra partes donde usaban desollar sus muertos. Y guardar los cueros llenos de ceniza, entraba y hablaba con los vivos, diciendo cosas tales, y respondiendo sus consultas...
..Y Ayabire fue gran pueblo, y son tantas las sepulturas, que ocupa más campo que la población...todos los indios de la sierra comúnmente tienen sus sepulturas altas a modo de torres, y huecas, entierrase doblando el cuerpo, ligados los muslos y sentados, no le echan tierra alguna, y dellos las tienen a la puerta de su propia posada, donde viven muy labradas, y dellos en las propias sementeras.
SOBRE LOS TUNJAS.
Aguado capitulo 10 tomo 1.....Los españoles, con licencia de su general, no fueron nada negligentes en irlo a buscar, el cual hallaban en bohíos muy viejos y antiquísimos, que daban a entender ser sepulturas de muertos; ..y así, con menos trabajo, hallaban el oro y lo traían a cargas al montón, donde el general estaba. En un bohío muy viejo e inhabitable que en él no entraba nadie, si no eran gallinazas a dormir y posar, el cual debía ser de algún antiguo y gran señor que allí debía estar enterrado de mucho tiempo, se halló un catauro hecho a manera de costal, cosido con hilo de oro, y todo él lleno de tejuelos de oro, en que afirman haber doscientas libras de oro...
..... ....En Sogamoso... Aunque la gente del pueblo se había alzado, y llevado consigo sus riquezas, todavía los soldados hallaron algún oro sobre algunas sepulturas de muertos, y en el suelo de algunos templos de lo que por no mirar en ello habían dejado, y de estos rezagados mendrugos se juntaron en este pueblo casi seiscientas libras de oro;...
Antonio de Herrera y Tordesillas Década VI libro V capitulo VI ......enterraban a los muertos muy liados, sacándolos primero las tripas, y metían oro, y joyas, y puestas otras por el cuerpo, cubiertos con las mas galanas mantas, los llevaban a unas ermitas para esto dedicadas: y allí los dejaban para siempre, y de estos cuerpos sacaron mucho provecho en los principios los castellanos..
LLANOS COLOMBIANOS
Gumilla pagina.136 (siglo XVIII)..... Entre los indios guaraúnos hay una parcialidad de raro genio: luego que muere el indio, bien atado con una soga fuerte, lo hunden en el río, y afianzan la soga al tronco de un árbol: al día siguiente, los peces llamados guacaritos, de los cuales hablaremos después, ya le han mondado toda la carne, arterias, membranas, y ternillas al difunto, y así sacan del río el esqueleto blanco, y limpio, y entonces, en un canasto, que ya tienen prevenido, y muy labrado con cuentas de vidrio de varios colores, van poniendo los huesos de menor a mayor, desencajándolos del esqueleto; y tienen ya tan bien tomadas sus medidas, que la tapa ajustada del canasto viene a ser la calavera del difunto: y luego cuelgan del canasto pendiente del techo de sus casas, donde hay colgados otros muchos canastos, con los huesos de sus antepasados: de modo, que si no se volvieran tierra, a fuerza de tiempo, ya no cupieran en sus casas los canastos de muertos...
PARA TENER EN CUENTA ESTA OTRA PERLA.
Que quiero dejar a ustedes: Selvas del Amazonas:
Algunos cronistas reseñan que al haber encontrado los primeros conquistadores algunas tribus que no cazaban ni pescaban asumieron que eran vegetarianas, esos primeros informes se dieron sobre las muy "tempranamente extinguidas" comunidades Tairona.
Mercado pagina 198 siglo XVII .... Estos barbudos, a quienes llaman así porque muchos de ellos tienen barbas, tenían sus tierras enfrente y de la otra banda de los cocamillas,...no vivían a la orilla sino la tierra adentro... El hospedaje después de estar muy fatigado solía ser una casa toda sin luz porque no hacen ventanas por no dar puertas para que no entren los mosquitos. .el regalo que le daban era el plátano verde y la yuca; no le daban pescado ni carne; no pescado, porque estaban lejos de los ríos y por eso no pescaban; no carne porque no usan cazarla en los montes como hacen otros indios. La carne que ellos comen es la de sus difuntos sin darles otra sepultura que la de sus estómagos, y aun los propios huesos los tuestan y muelen y mezclados con su chicha los beben..
Me pregunté al leer a Mercado si en verdad no existió un perfeccionamiento o involución cultural, que solamente permitiese la proteína animal proveniente del hombre mismo, como hecho religioso. Ver más de esta practica de enterramientos en el artículo Caribes y Caníbales.
Continuemos con la Selva pasados siglo y medio después del descubrimiento:
Mercado página 278 .... Los cocamas hacían sus entierros de este mismo modo que los Xeberos, y solo se diferenciaban en que no metían los cuerpos en tinajas sino en ollas. Usaban el trasportar de una parte a otra los huesos de sus difuntos. Cuando les parecía ya tiempo conveniente hacían como un cabo de año, volviéndolos a enterrar de una vez. Al sacar los huesos de la vasija para volverlos a enterrar, lloraban los parientes del difunto, y los que no les tocaba parentesco cantaban y bailaban...
... Los roamaynas hacen una sepultura larga y en ella cuelgan una hamaca en que tienden el cuerpo del difunto sin que llegue a la tierra; tapan la boca de la sepultura con tablas cortadas de los troncos de las palmas, encima les echan la tierra a modo de cerro o loma. Así tienen el cuerpo difunto todo el tiempo que les parece bastante para que se consuman las carnes y luego sacan los huesos, que limpiándolos los meten en una tinaja mediana, angosta y larga, y habiéndola pintado forman en ella un mascarón del mismo barro. Así guardan los huesos de sus difuntos en sus casas, y cuando salen de ellas los llevan consigo, y corriendo el tiempo los entierran de una vez para olvidarlos para siempre.
LEER ESTO PARA EL CIERRE DE ESTE ARTÍCULO.
En esta fecha aún repudiaban enterrar a sus muertos.
Gumilla. pagina 144 ..día de San Lorenzo 10 de agosto de 1936 ... después de consolar el padre al paciente, le dijo: Ea Ignacio, buen animo, que luego irás a descansar al cielo. Y ¿Cómo tomó el enfermo, y la familia este consuelo? Voy ya a decirlo: volvió a la tarde el padre a ver a su enfermo, el cual, muy sosegado, estaba mirando a su gente, que con tanta faena le estaba abriendo la sepultura al pie de su pobre cama: ¿ qué hacéis? dijo, asustado, el padre; y ellos dando razón de sus personas, respondieron muy en ello: Como dijiste, que ya Ignacio se iba al cielo, pensábamos enterrarlo ya. Hasta aquí puede llegar la ignorancia de la parentela! Después que Dios le lleve su alma, replicó el misionero, enterraremos su cuerpo; y no ha de ser aquí sino al pie de la santa cruz, con los otros cristianos difuntos; Eso no, replicó la parentela, porque al pie de la cruz no podrá sufrir los aguaceros cuando llueve mucho.