LOS SUTAGAOS.

LUCAS FERNÁNDEZ DE PIEDRAHITA

La única relación de la crónica sobre los Sutagaos, su ubicación e historia, la deja Fernández de Piedrahíta. Nace a principios del siglo XVII, obtuvo por oposición el curato de Fusagasugá y después el de Paipa. En 1676 es nombrado Obispo de Panamá, Fallece en Panamá en 1688.

Dijo el Obispo sobre las familias indígenas:

El Libro I Capítulo II......Para mayor claridad de esta historia, que todas estas provincias incluidas dentro de aquel círculo de otras más distantes que hicimos, contienen y se componen de seis naciones principales, de las cuales cada una separada comprende dentro de si otras muchas agregadas por la comunicación y amistad, ó semejanza del idioma. La primera de los Pantagoros que habitan (como dijimos) de la otra parte del río grande de la Magdalena, y tienen como inferiores á los Camanaes, Guarinoes, Marquetones, Guascuyas, Pijaos, Gualíes, Guaguas y Doimas. La segunda de los Panches de esta banda del dicho río grande, á quienes se juntan los Calandaimas, Parriparries y Amurcas. La tercera de los Sutagaos, que dominan á los Sumapaces, Cundayes y Neivas. La cuarta la de los Chitarreros..., que incluyen á los Timotos, Barbures, Cayos, Chinatos, Surataes, Motilones, Capachos y otros muchos que se corresponden con ellos. La quinta la de los Laches, hermanada en trato y amistad con los Ipuyes, Caquesios, Tamez y Achaguas. Y la sexta y última la de los Mozcas, que habitan en el centro y corazón de todo el Reino, y es su provincia como el meollo de toda la tierra, debajo de la cual comprendemos la de Guane, que cae en la jurisdicción de Vélez, y la de Muzos y Colimas, que está entre ella y la de los Panches.

.....Natagaimas, ..... Sus armas son las mismas que las de los Pijaos, su aspecto feroz á la vista: criasen en región muy cálida y fértil, y así salen altos de cuerpo y fornidos de miembros; y porque al nacer tienen costumbre de poner entre dos tablillas la cabeza tierna de la criatura desde el nacimiento de la nariz para arriba, de suerte que no quedo redonda sino aplanada (en que los imitan los Pijaos y Panches), se les aumenta nueva ferocidad a la vista: y últimamente son celosos en tanto grado, que no se hallará en sus pueblos mestizo que sea hijo de español y de india de su nación, porque temerosas las madres de la condición de estos indios, si acaso por flaqueza han tenido ayuntamiento con algún hombre blanco se van a parir a los ríos (costumbre usada en ellas) y si por el color de la criatura reconocen que tiene mezcla, la ahogan para que también lo quede su delito.

Esta descripción de Fernández de Piedrahita es la única referencia en crónica del pueblo de los Sutagao.

...Los Sutagaos sus confinantes, de los Mozcas y Panches, poblados entre los dos ríos de Pasca y Sumapaz que entran juntos con el nombre de Fusagasugá por la jurisdicción de Tocaima hasta encontrarse con el río de la Magdalena son de mediana estatura y de pronunciación tan meliflua, que bien claramente dan a entender la cortedad de su ánimo. tenían por su principal ocupación saltear en cuadrillas por los caminos, no con ánimo de matar los pasajeros, sino de robarles la hacienda, y tenían así mismo por sacrificio el más acepto la ofrenda que hacían de lo robado a ciertos ídolos de oro, barro y madera que adoraban: de suerte que no habían de entrar en sus casas después de haber salteado, sin que primero llevasen al templo el robo, y allí ofreciesen de él la parte que les pareciese, llevándose lo demás para gozar de ello como de cosa santa, que había pasado por manos de Sacerdotes; y es cosa de notar, que no ofrecían jamás un maravedí solo de su hacienda, pareciéndoles que el ídolo no quedaría contento sino fuese con parte del hurto. Oh! cuántos Sutagaos perece que hoy viven con los mismos ritos, pues guardando lo propio, no saben ser liberales, sino es de lo ajeno! Y cuántos ídolos permanecen afianzando su adoración en la parte que les cabe de lo robado! Sus armas eran flechas envenenadas, y las más temidas, las yerbas venenosas de que abundan y de que se valían para matar á los que se les antojaba, con pacto tan especial del demonio, que haciendo una raya con el veneno en algún camino, moría solamente el que querían, aunque otros muchos con él lo atravesasen. Con los Pijaos tuvieron estrecha confederación en sus guerras al tiempo de la conquista, y á los Sumapaces, Doas y Cundayes, dominaron más con el espanto de sus hechizos y yerbas, que con el valor de sus armas.

La primera conquista se los Sutagaos, la emprende el Zipa Saguanmachica:

....Esta había de ser forzosamente la de los Panches, acérrimos enemigos de los Mozcas y la de los Fusagasugaes menos guerreros, y que por retirados ni le estaban sujetos ni hacían aprecio de su amistad, aunque eran todos de una misma nación. Y como de la guerra de los Panches no esperaba menos fatalidades que las que habían pasado por sus antecesores, resolvió pasar la conquista de la otra parte de la montaña que divide las provincias de Bogotá y Sutagaos; y así convocadas sus tropas y entresacando de ellas hasta treinta mil infantes, formó ejército, y encaminándolo personalmente por los páramos de Puzungo, dio vista en pocos días a la montaña que sirve de sobrecejo á las tierras frías de los Pascas y Chyayzaques que le estaban sujetos, y con tan buen suceso por la poca resistencia que halló en la entrada, que en menos de doce horas se halló de la otra parte aunque atajado del Fusagasugá

....donde al tiempo, que el sol rayaba se hallaron con una gloriosa victoria, colmada no menos por la multitud de enemigos muertos, que por la prisión de Uzathama, uno de los Caciques más poderosos de aquella provincia, y General de sus armas. Así, pues, rendido el Fusagasugá por consejo de Tibacuy, su más confidente (que salió mal herido de un macanazo), dobló la rodilla á Saguanmachica, y reconociéndolo por supremo señor, consiguió perdón de la vida y restitución de su Estado, sin más prenda que el vasallaje (que con juramento hecho al sol afianzó en su promesa), de que vanagloriado el Zipa.....

SEGUNDA CONQUISTA:

EL ZIPA Nemequene.

.....Tenia por sobrino y heredero á Thysquesusa, mancebo de buenas esperanzas, aunque de natural menos guerrero: sácale de Chía, donde tenía su asistencia, y habiendo llegado á su Corte le nombró General de cuarenta mil hombres, para reducir la provincia de Fusagasugá. Proveyó sus fronteras de nueva milicia y por no tener ocioso su espíritu guerrero hizo diferentes levas de gente, para mostrarse poderoso á sus émulos, todo lo era posible respecto de la muchedumbre de vasallos que tenía en su Reino.

El sobrino, conducida la gente, pasó la montaña vecina haciendo camino por la cumbre de la sierra, que corre por Subía y Tibacuy, y tan ancho como se ve hoy por las señales que se conservan respecto de ser muy fragosas las entradas del camino real para Fusagasugá y haber de necesitar en él á sus escuadras á que marchasen desordenadas, Esta provincia, que tiene á ser la misma que la de los Sutagaos de que tratamos en el libro antecedente, dista hoy de la ciudad de Santafé doce leguas al mediodía, y dividen la de Bogotá, como dijimos, unas sierras altas de cuatro y cinco leguas de montaña que se atraviesan para entrar en ella: al oriente tiene recios paramos y al occidente confina con los Panches, mediando entre las dos provincias una sierra menos alta que la primera. Es lo más de ella tierra doblada y fragosa, y dentro de sus términos, que corren hasta Sumapaz, se goza de los tres temples, fijo, templado y caliente. Tendrá de longitud como diez y ocho leguas y de latitud por algunas partes á cuatro y á cinco. Es más a propósito para ganados que para semillas, aunque prueba bien el, trigo. Abunda de cera, miel, pita y hayo con que comercian sus naturales. hay dentro de ella un río que llaman de la Lejía por el color de las aguas, que le da el curso, que lleva siempre entre zarzaparrilla. Tiene otros muy rápidos, y en el de Sumapaz, que corre profundísimo y violento por entre peñas, formó la naturaleza un puente de dos piedras, que como despedidas á nivel cada cual de la una y otra banda, y encontrándose quedaron en forma de arco, por el cual se pasa de una parte á otra, tránsito que fuera muy difícil á no haberlo reparado la naturaleza. No estaba toda la provincia sujeta al Zipa, porque los Sutagaos, que están de la otra parte del río Pasca, reconocían diferente dominio.

....lo tenía inferior el Fusagasugá para resistirse, y más cuando la fragosidad de los sitios en que se había fortificado lo ayudaban tanto; pero hay poco que fiar de gente, aunque sea mucha, si lo es de país amedrentado, y más cuando la propia culpa libra de ordinario en las espaldas la defensa. Volviólas pues cobarde á los primeros encuentros, y pagaron con las vidas los que metieron más prenda en la rebelión. En sacrificios por la victoria no perecieron pocas de los vencidos, y el castigo de muchos fue tal, que no les dejó manos para levantar más cabezas en lo venidero. Puzoles Thysquesusa en Tibacuy guarnición bastante de Guechas, que eran los más escogidos infantes de su milicia pagada, y asegurado el Estado tomó la vuelta de Pasca cargado de ricos despojos. Al mismo tiempo ejercitaba sus gentes y brazos el Zipa Nemequene en asaltos y encuentros con los Panches, y siempre con buenos sucesos, que es el cebo son que empeña una fortuna que se dispone para ser mala.

territorio Sutagao
territorio Sutagao

En esta primera imagen está marcado todo el territorio Sutagao, en la siguiente imagen las flechas en negro enmarcan lo que sería el territorio 2 y el eje central de las tribus de acuerdo a los hallazgos arqueológicos y la importancia de los mismos.

Lo más importante que se ha descubierto en esta región son los maravillosos Hipogeos que contienen  los restos de los pequeños seres que convivieron con estas tribus.

separación de territorio
separación de territorio

Y ha sido denunciada su presencia al estado colombiano hace muchos años, sin que importe gran cosa a nuestra ciencia, el descubrimiento de restos óseos de menor tamaño del normal, que se integrarían a esta clasificación del hombre y probarían la existencia del:

tabla homínidos
tabla homínidos

Homínido americano.

Denunciado por mi a las autoridades Colombianas en el año de 1999, junto a la existencia de la cultura e imperio Omegua y su relación con los pueblos Sutagaos.

Para conocer del contenido y saqueo de los Hipogeos (en la conquista) donde reposaban los pequeños esqueletos y que fueron la inquietud de mi búsqueda en 1985-1987, pueden ver el Link que se encuentra al final de este artículo.

Apartes de la denuncia al Estado en el año 1999.

"........Más histórico aun sería el hallazgo de restos de muchísimo menor tamaño que el humano corriente, lo que también afirman las crónicas, si esto se comprueba sería una alteración genética altamente importante. La respuesta se encuentra dentro de los Hipogeos Sutagao. La espiritualidad de este pueblo y su regencia; queda manifiesta en Fernández Piedrahita cuando dice:

..las yerbas venenosas de que abundan y de que se valían para matar á los que se les antojaba, con pacto tan especial del demonio, que haciendo una raya con el veneno en algún camino, moría solamente el que querían, aunque otros muchos con él lo atravesasen. .....á los Sumapaces, Doas (Neyvas) y Cundayes, dominaron más con el espanto de sus hechizos y yerbas, que con el valor de sus armas..

Muchos de los escritos sobre los Panches, se refieren a los Sutagaos que se tenían como una misma Nación. Los españoles desconocieron la existencia del pueblo Sutagao hasta 1688 cuando es publicada la obra del Obispo Lucas Fernández Piedrahita, este autor pudo conocer de la existencia de esta cultura y su calidad como Nación regente cuando rectoraba la provincia de Fusagasugá en la parte espiritual...

asiento
asiento
asiento
asiento

pueden constatar las medidas de estos diminutos tronitos (menos de 50 centímetros de alto y 30 ancho y profundidad) en la imagen siguiente, estas fotografías no fueron parte del documento pues son descubrimientos posteriores a mi denuncia

Continúa el Documento:

...El tamaño de estos tronitos no guarda proporción con el cuerpo humano normal, ni siquiera el de un infante, el asiento que tiene el museo nacional es el de mayor tamaño de los asientos o tronitos que yo conozco, aunque su construcción no es propiamente Sutagao, si pertenece a culturas Tolima y su uso no era soportar una momia de lengua Chibcha.

Estos asientos estaban destinados a los "diablos" que cohabitaban con los Sutagaos como se establece en la indagatoria abajo transcrita y seguramente todas las culturas colindantes y familiares a estos, también los reverenciaban y les construían los mismos artículos para su descanso, acordes a su tamaño......

Simón pagina 302 tomo 5.

..El año de mil y seiscientos y tres, en un pueblo llamado Vía, a legua y media de la ciudad (Mariquita) ...se le apareció el demonio en figura humana a una india llamada Inés......le vino a pedir el demonio.. una hija ladina que tenia de hasta quince o diez y seis años para que fuera su mujer y anduviera en su compañía, como lo hizo y cohabitó con ella, trayendo la china a cuestas al demonio más de tres meses de pueblo en pueblo...hasta que le vinieron ha hacer un bohío retirado entre unos guaduales, donde se juntaban muchos de noche y les predicaba y decía que él era su dios .......y que se llamaba Nabsacadas, que quiere decir en su lengua estrella caída,.. .Predicables que lo mismo era lavar sus hijos en la quebrada, que echarles agua el padre de la doctrina, y que no se confesasen con él, pues sólo lo hacía por saber sus pecados, y que, pues era hombre como ellos, cómo se los podía perdonar, que si querían que muriesen todos los españoles, les hurtasen los frenos de los caballos y durmiesen tal noche, que él señaló, dos indios en cada aposento de sus amos los españoles, y que él se pondría en la plaza y dando un silbo que lo oirían todos, matasen a sus amos. Alcanzó esto a saber un padre de nuestra religión, que era su doctrinero, llamado Fray Baltasar de Zamora, antes que llegara el día del silbo y concierto. Y habiendo con azotes sacado la verdad del cacique porque de otra suerte no pudo. hizo que lo guiase al bohío donde les predicaba el demonio.....antes que entraran fingió que caía el cacique y dio un grito, en que conoció el padre que les avisaba... entraron dentro, que si no llevara el padre tan buen celo, era más que temeridad meterse entre tantos bárbaros como halló allí, y una sillita a su modo muy pintada sobre una estera que también lo estaba, donde se sentaba el demonio a predicarles y a recibir lo que le ofrecían

Juan Fride en su compendio sobre la rebelión Quimbaya de 1557, encuentra necesario transcribir completa la indagatoria rendida por el indio Alonsico, la indagatoria transcrita es un documento judicial histórico ajeno a las crónicas e interpretaciones personales de los autores.

En la indagatoria este pequeño ser si fue visto y descrito por testigos presénciales recubierto su cuerpo de oro, la cantidad de tronitos encontrados dentro de los Hipogeos me da la confianza para afirmar que los Panches de esta rebelión fueron los Sutagaos y con ellos se encontraba el padre de este ser. En la ultima parte del capítulo los Hipogeos y su contenido, existe una adicional inquietud.

Lo escrito por los cronistas estaba celosamente vigilado por diferentes instituciones, entre ellas el Santo Oficio de la Inquisición, los temas que trataran contra la fe, como la existencia de seres que no guardaran la proporción y la semejanza del hombre creado por dios a su imagen, debían estar muy bien sustentados y probados, en la relación de las crónicas sobre estos seres que he trascrito aparecen claramente establecidos los medios probatorios del suceso mencionado.

En las respuestas de Alonsico el personaje es similar al que describe Simón, sobre el que encabeza la pretendida rebelión de los indígenas vecinos a la población de Mariquita en el año de 1603, lo describe materializado, con pasiones mundanas y sin mas fuerza que sus palabras, incluso con temor pues escapo a la llegada del doctrinero y soldados que lo acompañaron a aprisionarlo

En la crónica de Fray Pedro Simón transcrita, el pequeño ser encarna al demonio, pero ese pequeño tamaño que se le atribuye, no estaría de acuerdo con la dimensión del ángel del mal, que enseña la iglesia y ofusca las almas católicas, produce risa más que temor, un pequeño ser adulto, llevado a cuestas por una adolescente, o un guerrero como es el caso de la versión que presenta Fride independiente a este cronista.

Hasta aquí es el aparte que dejo a ustedes de lo enviado a mi gobierno sobre los pequeños seres que encontramos referenciados por los cronistas del Paraguay, la Argentina, Chile y Perú, en asociación en todos los casos con las tribus Tupi Guaraní, que encuentran en el artículo anterior: Cráneos Pequeños

Continuemos con los Sutagaos:

imagen Museo del Oro
imagen Museo del Oro

Tronito del Museo del Oro

La Arqueología referencia estos tronitos que están apareciendo en los últimos años como destinados a acomodar en ellos restos de difuntos, pero ¿Cuáles difuntos? ¿De que tamaño?.

Las medidas de estos tronitos me llevaron en 1999 a usarlos como probatorio de mi denuncia, dije en ese entonces. "El tamaño de estos tronitos no guarda proporción con el cuerpo humano normal, ni siquiera el de un infante" y digo ahora, ¿Por qué no se publica sobre los restos que se encuentran sobre ellos? la respuesta puede ser la misma razón que encuentran en las páginas anteriores de este menú y desgraciadamente la verdad nos siga oculta como acontece con la raza viva y con los cráneos gigantes.

Sutagaos y Quimbaya

Como prueba de la estrecha unión de estos pueblos Sutagaos llamados erróneamente Panches con tribus muy lejanas, extraigo del libro la rebelión Quimbaya de 1557, la indagatoria completa que aparte de ser un hermosísimo e importante documento nos señala la existencia de esa unión y regencia sobre los Quimbaya que se prueba en esta misma indagatoria entre otras cosas por el hecho de que las cabezas de los cristianos que tenían los Quimbaya fueran llevadas al Sumapaz.

El cacique Acaima que lidera esta revuelta (Simón tomo V pagina 293) fue muy pero muy nombrado en la crónica pues sus correrías vestido con una falda roja que perteneció a una española que mató en uno de sus asaltos lo hizo famoso, era del pueblo de Pandi Cundinamarca sobre el río Sumapaz por lo tanto Sutagao.

rebelión Quimbaya
rebelión Quimbaya
texto
texto

Desde 1985 tengo conocimiento de la existencia y hallazgo de los restos minúsculos que pertenecen a estos pequeños seres que convivían con el pueblo precolombino de los Sutagaos, cultura desconocida para nosotros pese a ser cabeza de una de las siete familias en las que se dividieron en tiempo de la colonia las tribus colombianas y fueron entre otras cosas deformadores de cráneo, más esta pequeña perla de los pequeños homínidos que protegían.

Busqué y sustenté su existencia con las pruebas materiales que son la presencia de pedazos de pequeños tronos o asientitos que se encuentran como único elemento dentro de "tumbas" del sector que yo conocí y denuncié hasta el cansancio.

Sostuve el hecho con las crónicas existentes que describen ampliamente a estos seres, pero no fue tenida en cuenta mi apreciación, "el horroroso exabrupto" por mi planteado en ese entonces con el hallazgo de los restos de Indonesia, hoy no existe.

Son varios los testimonios por mi recogidos (algunos trasmitidos a las autoridades) sobre la existencia de estos diminutos esqueletos en la región denunciada, desgraciadamente la poca cultura de las personas que los han encontrado y la falta de interés de nuestros investigadores son los culpables de su perdida, pero el territorio estoy segura aun guarda algunos de ellos.


Los testimonios por mi recogidos sobre el tamaño de los cráneos hallados no llega a 350cc de masa encefálica lo que daría según establece la ciencia una total estupidez en los individuos que tuvieran esta característica.

La crónica desmiente esta aseveración de la ciencia pues los pequeños seres son descritos con proporción perfecta acorde con el sapiens moderno, tenidos además como cabeza intelectual dentro de las tribus mencionadas, las "tumbas" y lo magnífico de su construcción nos hablan de la jerarquía de sus destinatarios dentro de la comunidad con la que convivían.

Estos pequeños seres no fueron en ningún momentos una desviación de la naturaleza como es la enana del sapiens, pues esta conlleva la desproporción que conocemos y conocían como característica principal los relatores del momento, hecho que es rápidamente aclarado por los mismos y son enfáticos en ello, TODOS.

El cuestionamiento es: si es una raza pigmea de genero sapiens seria más pigmea que la africana, o un homínido de una especie diferente lo va a contestar la ciencia y tecnología, en el momento en que se les entreguen esos restos.

Rogué en 1985, en 1987, 1999 en vano y ruego ahora 2002 en esta web, por un especial cuidado en estas regiones de Colombia donde se encuentra la evidencia de estos seres.