LO DICHO SOBRE LOS AMPAROS DE LA LEY.

Apartes del segundo documento enviado al entonces Ministro de Cultura señor Juan Luis Mejía Arango el 29 de Diciembre de 1999, cuando desconocía la ley 397 de 1997 y el decreto 833 del 25-04-del 2002.Punto final a las reliquias de nuestro pasado si no se enmienda y subrayo a ustedes por medio de negritas y color como actual lo dicho hace tanto, la cursiva es actual, recomiendo: ver las imágenes del final del artículo.

Decía el documento:

.......“Han sido muy grandes los esfuerzos económicos de todos los gobiernos, se han destinado partidas millonarias para este fin y son catastróficos los resultados. Tengo entendido que el estudio de una sepultura equivale para el Estado una inversión de más de 20 millones de pesos. Sin contar la publicación posterior del informe pormenorizado de la ubicación del cuerpo, que se encontraba de cubito dorsal, frontal, etc. "Con un canto rodado un fragmento cerámico y una copa fracturada por ofrenda," cuando a la hora de la verdad, físicamente, no se puede trabajar con más de 6 de obreros de pico y pala en el levantamiento de una tumba.

Con tristeza comparo los hallazgos de los arqueólogos aficionados o los relatos de los simples guaqueros con los informes oficiales.  En unos se encuentra un rico material de ofrenda y en los otros mala suerte, si esta mala suerte es materia de inquietud para el ministerio salvaría las culturas de este flagelo en el que se encuentran.

Algunos artículos de la Ley 163 de 1959 y decreto 264 de 1963 han condenado a muerte todas las culturas precolombinas de nuestro territorio, (sumar ley 397 de 1997 y el decreto 833 del 25-04-del 2002 fin de fines)es imposible de aplicar, con ella pierde el ciudadano y sobre todo el Estado.

Estas leyes fueron asesoradas por el Instituto de Antropología, rueda suelta, poderosa y autónoma en la administración nacional antes de la creación del Ministerio, con esta ley se otorgó el Instituto la potestad absoluta para manipular nuestro pasado, era y es el responsable de las investigaciones y conclusiones científicas sobre cada una de las culturas que existieron en nuestro territorio pero no es confiable.

El Instituto único ente fiscalizador ha patrocinado, delegado, aceptado y publicado innumerables investigaciones, con sus respectivos informes desastrosos sobre levantamientos prehispánicos cargados de mala suerte, solo hay que leer las publicaciones que ha avalado la monarquía que ejerce el Instituto desde su creación.

....La profesión de arqueólogo es una de las más desacreditadas del país, esto se puede constatar en todas las regiones de tradición cultural prehispánico. Un guaquero muy anciano me graficó esta situación: los Arqueólogos señora son como las gualas (rey de los buitres o gallinazos en Colombia ) no importa de quien sea la presa, nadie come hasta que se hartan, y no llegan sino está al aire destapada.

Casi todos los estudios y levantamientos del país se hacen cuando es manifiesta la acción de la guaqueria, o por hallazgos fortuitos en la construcción de vías o de obras en general y muy pocas veces por denuncia ciudadana
.

Las colecciones particulares le brindaron a la alfarería prehispánica su segunda oportunidad de vida al ofrecer una remuneración económica por su rescate, los guaqueros la habían desechado en todo el país hasta hace poco menos de cuarenta años...

...La investigación, exploración y explotación particular si ha dado resultados al país. Existe y existirá, también produce informes publicados y una gran tradición hablada. En los museos se puede comparar este aporte particular contra el oficial.

Escuche una cifra aterradora, tal vez exagerada pero en todo caso digna de confirmar: solamente el uno por diez mil de las piezas existentes en los museos las ha aportado la arqueología nacional. Leyendo los informes de las exploraciones oficiales, esta cifra concuerda...

Las personas del común no pueden o no se saben dirigir con sus piezas a los museos estos compran a un precio más alto que el del mercado negro. (ya no, la ley lo prohíbe) El arte precolombino tiene un valor y es elevado, está tasado, seleccionado, catalogado, adquirido por el gobierno y el particular la retribución es dinero, pero es explotado por comerciantes casi siempre mixtos, bueno y chimbo (falso), otro hijo que le salió al sistema, que lo colocan entre los coleccionistas particulares que atesoran estas reliquias pero también por lo clandestino que creen su afición (decreto 1963) son estafados por el más grande mercado de falsificación que existe y usted señor Ministro no conoce la magnitud a la que llegó esta modalidad, el temor ala expropiación(la concreta el decreto 2002) ha creado un monstruo mayor que el que quiso prevenir.

Hoy en día en San Agustín Y EN TODA COLOMBIA EN ESTOS MOMENTOS se están abandonando las piezas cerámicas en las tumbas y se funde el oro, la falta de comprador debido a la falsificación unida al temor del guaquero a ser encontrado con ellas por la policía, (por ser tan vigilado) nos ha hecho regresar 50 años en esta materia cuando la cerámica nadie la quería y el oro se fundía, se excava y se seguirá excavando por el oro. (en toda Colombia)

De las cuatro toneladas
(es el estimado de los guaqueros) que salieron en Mala Gana se fundió la gran mayoría por falta de compradores,pero los buscadores fueron, muchos, miles, incontrolados e incontrolables. La arqueología ya conocía de ese lugar con anterioridad al suceso.

El Estado y sus museos no tienen capacidad para dar albergue a todo el arte que nuestro fecundo pasado precolombino nos legó, pero si debe y tiene que ser el mayor depositario de las mejores y más representativas obras de cada cultura.

Es angustioso mirar a la mayoría de los museos con piezas rudimentarias en su gran mayoría de uso doméstico y presentadas al publico como representativas de la cultura que quieren dar a conocer, ver eso es ofensivo y doloroso para el que de una o otra forma conoce lo majestuoso del arte de dicha cultura. El Museo Nacional y el del Parque de San Agustín dan fe a la veracidad de mis palabras, estos dos museos rebajan las culturas que pretenden dar a conocer

Existe sin embargo el gran Museo del Oro del Banco de la Republica, que ha adquirido su gran colección y rescatado ese patrimonio. En él tiene el Ministerio la prueba sobre la exhumación de nuestras culturas por cuenta del ciudadano, no profesional.

Los constructores de vías, de viviendas, de obras en general, los propietarios de finca y los campesinos no informan sus hallazgos
(Los empapelan, se detienen las obras, perdidas enormes pagando brazos caídos en hombres y máquinas, grandes mordidas en sus presupuestos, multas y términos de conclusión de obra sin cumplir, etc) El mayor temor de la ciudadanía es la llegada de los arqueólogos del estado, a sus terrenos (o a obras públicas y privadas) tengo un extenso acumulado de historias en esta materia, (expuestas y publicadas por ellos mismos) todas en contra del patrimonio cultural.

La desmedida expropiación intelectual y material cometida por la arqueología en general, hace que los hallazgos más importantes queden ocultos y con el correr de los años desaparezcan.

La expropiación del privado, induce al dueño del terreno a considerar alternativas; cierra sus puertas al estado y acude a un guaquero, los coleccionistas y los museos pierden, sus piezas arqueológicas carecen de su historia. (Ya nadie los llevara, no los pueden comprar y la sanción es cárcel)

La arqueología sabe muy bien que toda nuestra cultura prehispánica se encuentra enterrada y diseminada en el suelo colombiano, casi metro a metro, (En Colombia no existen reliquias inmuebles para proteger salvo Tairona) pero quiere desconocer que solamente con la recuperación de los objetos y por medio de estos se puede reconstruir su historia.

Su conocimiento y rescate lo concibió a través de la emisión de leyes favorables para su cometido con el detrimento del propietario (también necesario para su fin?)Quien no recibe ni indemnización ni participación económica a pesar de ser el titular del terreno privilegiado con la herencia que depositó en él nuestro antepasado y fue el que altero el subsuelo con la construcción del subterráneo que certifica la culturización hecha por la mano del hombre

En la mayoría de los casos estos terrenos son propiedad de campesinos paupérrimos, que ven salir a la fuerza de sus terrenos el alivio de sus necesidades
y no saben a donde van a parar los tesoros hallados.

La arqueología y la ley impuesta por ella y para ella, consideraron que no es importante la parte material de estos tesoros, o que no tienen precio, en sus códigos o métodos de exploración, explotación y posterior clasificación, no concibió el avaluó de lo encontrado,tampoco concibió la intervención de una entidad fiscalizadora presente (ni el Estado) en la llamada actividad científica, o cultural, titulo con el que se presentan en los terrenos privados retirando a los propietarios y a todas las personas que quieran conocer de la excavación pues "interfieren la labor", estando autorizados para ello.

El propietario del terreno aunque vea brillar el oro, recibe la respuesta de que solo tiene valor cultural y es patrimonio nacional. En esas condiciones es evidente el enfrentamiento entre el arqueólogo impuesto y el propietario del terreno intervenido, que se traduce en estado contra ciudadano. El mayor damnificado es el pasado.

Es de la naturaleza del hombre el buscar el tesoro,
es contra la razón y la ley primaria que es la natural donde prima la costumbre y la tradición. Si se hunde el tractor o la pala, si ve una luz alumbrar el hombre excava, seguro que no llama al instituto, o lo meten preso o lo regañan. Algunas personas muy cultas y otras muy humildes lo han hecho, los que lo hicieron diría yo un noventa por ciento de ellas maldicen su patriotismo, de esto también hay constancia en los informes publicados por el Estado, los que pueden, sacan a los arqueólogos de sus terrenos y los humildes se aguantan>..

La participación económica del propietario
de los terrenos donde existen enterramientos indígenas y que no contempla la Ley, salvaría las culturas y se agilizaría su descubrimiento, el propietario se encontraría del lado del Estado y no expropiado por él, se obtendría fiscalización adicional, el dueño de tierra velaría por su parte, el hallazgo seria conocido al fin por los museos,estos si conocen la tasa de cada objeto y el gobierno tendría el avaluó real de los "trastos "que son la verdadera manifestación cultural de nuestros aborígenes. El propietario del terreno la remuneración económica que le corresponda.

...Siempre me he preguntado porque el Instituto no ha exigido la presentación de un acta o relación de lo encontrado en las tumbas levantada en el mismo sitio, firmada por cada una de las personas que participan del levantamiento, profesionales, obreros y testigos, incluido el propietario del terreno o su delegado. Una pequeña tumba, puede valer muchos millones de pesos, como ejemplo: el Banco de la Republica pagó no hace mucho, una cifra bien considerada por los objetos de una tumba del Magdalena Medio, y por las obras que adquirió de Mala Gana.

Los que coleccionan el arte precolombino lo hacen de forma natural,es también de la naturaleza del hombre, ésta actividad y no es gratuita, invierten su dinero (en este momento esta penado) con mucho sacrificio y tarde o temprano ellos o sus herederos donan o venden a los museos..

Ruego a Dios que el Ministerio se interese en encontrar la fórmula que alivie estos conflictos y de carambola saque a la noble profesión y ciencia de la Arqueología del estado en que se encuentra en Colombia......La guaqueria existe por la falta de estructura de la arqueología nacional y su énfasis en la aplicación del conocimiento, en su escala de valores las sepulturas y sus objetos son los menos importantes.

El monopolio de la Arqueología Oficial y sus códigos internos corta también toda iniciativa a los jóvenes egresados de las universidades, al propietario de tierra, al investigador particular y a la empresa privada para actuar, salvar y rescatar el patrimonio de todos,este se pierde todos los días en gran cantidad con los deslizamientos, derrumbes, temblores y con el avance de la civilización por el uso de maquinaria pesada que derrumba las bóvedas o comprime la tierra en los enterramientos de cajón.

lo_dicho1
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derrumbe de huaca
derrumbe de huaca

la construcción de viviendas pueblos, ciudades etc... Entierran para siempre nuestro patrimonio cultural que tiene a demás un elevado valor material..

..dirigirme a usted de esta manera rogando el equilibrio entre la ley, la constitución y el hombre.

Sigo y seguiré buscando el conocimiento de estas culturas, que necesitan todo el apoyo nacional para que el mundo conozca este oculto Imperio y la verdad de la serranía del Meta central como hábitat principal de esta gran familia precolombina con toda la extensión de su territorio, hasta las riberas del Magdalena. Agotaré todos los recursos que estén en mis manos y tocaré todas las puertas para divulgar estas dos culturas que yo considero una... (Omegua, y Sutagao)

Para verificar mi apreciación sobre la existencia de la cultura Omegua, solo falta el recorrido del territorio, (con una parte de él es suficiente), por uno, o los profesionales en geología de la nómina del Estado, para que ellos confirmen o nieguen mi apreciación de movimiento de tierra artificial, aterrazamientos, pulimento de superficies etc.. Efectuados por la mano del hombre. que se encuentra virgen, sin haber conocido de la guaqueria, por consiguiente desconocido para la arqueología hasta mi denuncia a ustedes.....

lo_dicho3
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Las fotografías que ilustran este artículo me fueron enviadas a fines de este mes de noviembre de 2006, son tomadas de un derrumbe y desgraciadamente me consultaron el que hacer con el sitio aclarándome previamente que no querían saber nada con el estado, digo desgraciadamente, pues, mi única respuesta y la que permite la Ley es remitirlos al Instituto, desconozco en que terminó este yacimiento y donde estaba, la única información que tengo es que era cerca de Bogotá, que Dios y los Dioses de nuestras tribus nos ayuden, pues esto que ven pasa todos los días.